El evento de este otoño 2018
Rodeado de un frondoso parque y árboles frutales, el Museo Nacional de Damasco acoge de nuevo a su público tras 7 años de cierre a causa de la guerra y por falta de seguridad.
Después de pagar un billete de entrada, por casi nada, el visitante cruza el umbral de la puerta del museo, adornado por la fachada de piedra caliza del Castillo omeya de Qasr El Hayr Oeste, y se encuentra por fin en el corazón de la Historia y de la civilización.
Según Nivine, una de los responsables del museo: “En 2 semanas notamos una fuerte afluencia, con un público muy variado. Jóvenes, familias enteras y estudiantes, ¡todos concurren para apreciar el tesoro recuperado! A la luz de este entusiasmo, vamos pensando en un partenariado con las escuelas para fomentar la cultura en general, cultivar su espíritu e inculcar la idea de ‘cultura del museo’, todo eso con la ayuda de otros ministerios como el de la Cultura, del Turismo y de la Educación”.
Carteles, indicaciones y explicaciones
Con un total de 2000 piezas repartidos en 3 pisos, de tamaño variable, el visitante puede descubrir varias épocas históricas, la musulmana, la prehistórica, así como el período clásico, bizantino y romano, en relación con varias regiones como la de Damasco, Horan, Golán, Dura Europos o Palmira.
Y, al lado de cada estatua, pintura o artefacto, se encuentran carteles explicativos, en detalle, para los más curiosos, en árabe y en inglés, con una luz tenue. ¡Lo que da un nuevo enfoque al museo!
Piezas variadas, raras y valiosas
Aquí interviene Nivine diciendo: “Primero queríamos meter de nuevo los artefactos. Las piezas expuestas son valiosas y variadas. O estaban aquí, en este museo durante la guerra, protegidas en lugares seguros, o fueron recuperadas de otros museos y restauradas gracias a la ayuda de los técnicos de la Dirección General de Museos. También, hay algunas que exponemos por primera vez, para dar una nueva identidad al museo.
Además, hay más de 9000 piezas que hemos recuperado afortunadamente, porque estaban preparadas para el contrabando y la exportación, y que ahora arreglamos para poder enviarlas a otros museos del país.
En cuanto al museo de Palmira que está completamente destruido, se formó hace 5 meses un equipo de técnicos que está cumpliendo un trabajo muy minucioso de restauración y de reparaciones. Todo eso necesita mucho tiempo, mucha paciencia, y mucho dinero, pero estamos listos y lo haremos. Y muy pronto, otros museos, en diferentes regiones del país, se preparan para abrir su puerta a los visitantes”.