Incertidumbre tras anuncio de Trump de suspender ejercicios militares con Corea del Sur
Poco después de su reunión cumbre el 12 de junio en Singapur con el líder de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Jong-un, el jefe de la Casa Blanca dijo que ordenó al Departamento de Defensa cesar la realización de dichas maniobras, como parte de los pasos destinados a lograr el fin del programa nuclear norcoreano.

El reciente anuncio del presidente Donald Trump sobre la futura suspensión de los ejercicios militares con Corea del Sur es motivo de debate en el Pentágono y entre altos funcionarios de las naciones impactadas por esta medida.
Poco después de su reunión cumbre el 12 de junio en Singapur con el líder de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Jong-un, el jefe de la Casa Blanca dijo que ordenó al Departamento de Defensa cesar la realización de dichas maniobras, como parte de los pasos destinados a lograr el fin del programa nuclear norcoreano.
Trump también manifestó que le gustaría retirar de Surcorea a los más de 32 mil soldados estadounidenses estacionados allí, pero aclaró que ahora "eso no forma parte de la ecuación".
La teniente coronel Jennifer Lovett, vocera de las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur, declaró al diario Military Times que no existe ningún plan de cancelar las actividades de preparación combativa de las unidades estacionadas en la región, incluyendo las maniobras Ulchi Freedom Guardian planificadas para agosto y septiembre.
En coordinación con nuestros socios, continuaremos la actual política militar hasta que recibamos nuevas orientaciones del Departamento de Defensa o del Comando Indo-Pacífico, agregó Lovett.
De acuerdo con la cadena NBC, un alto oficial surcoreano que prefirió mantener el anonimato, indicó que era necesario determinar el significado y las intenciones de Trump en torno a la suspensión de las maniobras.
Entretanto, el sitio digital Defense News señaló que especialistas en el tema se sorprendieron con las declaraciones del gobernante y coincidieron en que se necesitan más detalles antes de hacer una valoración más precisa acerca del impacto de esa interrupción en la seguridad regional y en la alianza Washington-Seúl.
La publicación destaca que no existen indicios de que las autoridades de Pyongyang dieran el visto bueno a esa medida, aunque ambas partes firmaron un comunicado en el que prometen trabajar hacia la desnuclearización de la península Coreana, entre otras cosas, aunque sin especificar detalles sobre la forma de llegar a ese objetivo.
El doctor Collin Koh, experto del Programa de Seguridad Marítima de la Escuela de Estudios Internacionales en Singapur, apuntó a Defense News que el factor principal a determinar es si habrá una moratoria en todos los ejercicios con Surcorea, o simplemente alguna forma de reducción paulatina.
Otra posibilidad es la eliminación de fases de los entrenamientos percibidas por la RPDC como acciones ofensivas, como las dinámicas con bombarderos estratégicos de largo alcance, portaaviones y submarinos nucleares, factores relacionados con el concepto estadounidense de "decapitación" del liderazgo político-militar norcoreano.
Según Defense News, tanto Koh como otros especialistas cuestionaron la factibilidad de la decisión de Trump de terminar con los ejercicios bélicos, pues esto socavaría los pilares de la alianza con el Gobierno de Seúl, porque existe un equilibrio delicado entre el imperativo estratégico y la parte política del asunto.
En este escenario, la cadena televisiva CNN reportó en la tarde de este miércoles el arribo a Seúl del secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, quien al parecer llegó con la misión de aclarar ante el Gobierno y el mando militar surcoreano los puntos oscuros de esta iniciativa de Trump.