En los Andes, comunidades trabajan para proteger el agua en riesgo
Muchos de sus habitantes buscan una esperanza en el vivero del Fondo para la Protección del Agua.
La vida de las comunidades de los Andes, en América Latina, pudiera ser más agradable si no fuera por la escasez hídrica.
Pero la falta de lluvias es evidente en toda la región, en los incendios forestales, en los animales en peligro, y lo peor, en la vida de los pueblos aislados.
Muchos de sus habitantes buscan una esperanza en el vivero del Fondo para la Protección del Agua, el primero de su tipo en Ecuador.
Dirigido por mujeres, el sitio busca la producción de árboles de papel (polylepis), una especie capaz de almacenar líquido.
La joven Diana Sópalo, de 29 años, labora allí y destaca que estos organismos vegetales capturan y almacenan y durante la estación seca liberan lentamente la sustancia hasta reincorporarla al ciclo natural.
Como ella, decenas de personas ya plantaron 40 mil ejemplares en el páramo Paluguillo y laboran de manera conjunta para monitorear el territorio.
En Guatavita, Colombia, activistas locales trabajan en planes para Vista Hermosa de Monquentiva, un área protegida dentro del parque Chingaza.
Aseguran que preservar el parque, incluidas especies absorbentes como los frailejones, es crucial para mantener los embalses repletos.
Los dos países dependen en parte de las represas para generar energía, y sufrieron este año las consecuencias de los intensos episodios del fenómeno de El Niño.