La exministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, fue elegida este 2 de junio como nueva presidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas, lo cual generó reacciones de indignación en distintos sectores.

Baerbock, conocida por su firme apoyo a "Israel" durante su gestión, asumirá el cargo en septiembre para el 80 período de sesiones, y recibió 167 votos sin oposición oficial, pese a a la propuesta anterior de Berlín de la diplomática Helga Schmid.

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Acusaciones de complicidad con el genocidio en Gaza

Críticos de su nominación, incluidos activistas de derechos humanos y defensores de Palestina, calificaron la elección como una "afrenta" a las víctimas palestinas de la guerra israelí-estadounidense en Gaza.

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El exfuncionario de la ONU Craig Mokhiber criticó al organismo por elegir a un criminal de guerra alemán para supervisar su declive acelerado.

Historial político y controversia por sus declaraciones

Baerbock, líder del Partido Verde y exjefa de la diplomacia alemana entre 2021 y 2025, apoyó de manera pública las acciones de "Israel" en Gaza tras el 7 de octubre de 2023, y justificó los ataques contra zonas civiles.

Ante el Bundestag señaló que los sitios civiles "podrían perder su protección" si eran utilizados por el movimiento de resistencia palestino Hamas, lo cual motivó fuertes reacciones en protestas en Berlín y críticas de figuras como relatora especial de la ONU, Francesca Albanese. 

Rechazo ciudadano y acusaciones de hipocresía diplomática

Encuestas en Alemania también reflejaron un rechazo mayoritario a su designación.

Activistas, partidos como MERA25 y DiEM25, y medios alternativos cuestionaron su apoyo militar a "Israel" mientras ofrece asistencia humanitaria simbólica a Palestina.

Críticos la acusaron de representar una política exterior basada en la "Staatsräson" alemana, al privilegiar la seguridad de "Israel" por encima del derecho internacional.

La elección de Baerbock ocurrió en medio de una devastadora ofensiva israelí en Gaza, con más de 54 mil muertos palestinos desde octubre de 2023.

Su nombramiento reforzó las denuncias sobre la parcialidad del sistema internacional y la pérdida de credibilidad de las Naciones Unidas en materia de derechos humanos.