La Armada iraní reforzó su presencia marítima con la incorporación de la base flotante Kurdistán, presentada como una plataforma estratégica destinada a apoyar unidades de combate en misiones de largo alcance.

El comandante Shahram Irani afirmó que esta capacidad amplía el alcance operativo de la institución.

Durante la ceremonia oficial de inauguración, el jefe naval indicó que la base posee autonomía y equipamiento para operar en aguas profundas.

Su misión central será respaldar operaciones de escolta y proporcionar apoyo logístico a las unidades de combate, integrándose en la estructura estratégica de la Armada iraní, detalló. 

Nueva base flotante Juzestán y modernización del destructor Sahand

Shahram Irani confirmó que la segunda base flotante llevará el nombre Juzestán, como parte de una política que busca asignar nombres de provincias iraníes a futuras embarcaciones.

La expansión forma parte de un programa destinado a elevar la capacidad de respuesta naval del país.

Por su parte, el comandante en jefe del Ejército, Amir Hatami, anunció la reincorporación del destructor Sahand, modernizado tras un accidente.

Según sus declaraciones, la nave fue reequipada en un tiempo reducido y ahora dispone de sistemas avanzados de armas, sensores y capacidad operativa para misiones de alta exigencia.

Hatami destacó que la base flotante Kurdistán puede ofrecer apoyo a unidades navales y a fuerzas fuera de la marina.

Este proceso —señaló— se acompaña de un plan sostenido para dotar a la Armada de nuevos buques, submarinos, torpedos, minas, sistemas electrónicos y misiles.

Irán afirma ser garante de seguridad en el Estrecho de Ormuz

Más adelante, el comandante en jefe también subrayó que Irán se considera el principal garante de la seguridad en la región del Estrecho de Ormuz, un corredor estratégico para el comercio energético mundial.

Indicó que la estabilidad beneficia a todos los países ribereños y cualquier amenaza a esa seguridad generaría consecuencias regionales significativas, advirtió.

Hatami reiteró que los Estados de la zona deben beneficiarse de los recursos marítimos en condiciones equitativas.

De igual forma recordó que las fuerzas iraníes han operado durante años en la región y continuarán haciéndolo e insistió en que actores externos deberían retirarse para evitar tensiones adicionales.

En el Estrecho de Ormuz concentra cerca de una quinta parte del tránsito global de petróleo, lo que convierte la estabilidad de la zona en un asunto central para la seguridad energética internacional.