Más de 100 delegadas de 27 países del mundo celebran en La Habana, Cuba, el aniversario 80 de la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM), una organización pilar en la lucha global por los derechos de las mujeres.

Fundada en París en 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, su creación estuvo marcada por el contexto histórico de la posguerra y el surgimiento de un fuerte movimiento femenino antifascista.

Su objetivo fundacional tiene hoy más vigencia que nunca: Luchar por la paz, contra el fascismo y por los derechos políticos, sociales y económicos de las mujeres en todo el mundo.

En estas ocho décadas la FDIM ha sido protagonista de batallas importantes. Durante la Guerra Fría mantuvo una voz firme en el movimiento por la paz, impulsó el desarme nuclear y defendió la coexistencia pacífica.

Además, promovió derechos básicos como el voto femenino, el acceso igualitario a la educación y al empleo, además de licencias de maternidad remuneradas.

La Federación respaldó procesos de liberación nacional en África, Asia y América Latina, entendiendo que la emancipación de las mujeres forma parte de la liberación de los pueblos. Su labor incluyó un papel visible en la campaña internacional contra el apartheid en Sudáfrica.

A sus 80 años, la FDIM representa un legado vivo de la lucha feminista internacionalista. Es un recordatorio de que la batalla por los derechos de la mujer ha tenido muchas vertientes y que su historia está profundamente entrelazada con los grandes conflictos y movimientos sociales del siglo XX y XXI.

Vilma Espín y Cuba: un liderazgo esencial dentro de la FDIM

La figura de Vilma Espín, histórica presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas, ocupó un lugar central durante el encuentro. Su participación dentro de la FDIM impulsó el reconocimiento internacional de los logros de la mujer cubana en la Revolución.

Además, fortaleció la articulación de movimientos progresistas en defensa de los derechos de las mujeres.

Espín consolidó vínculos con organizaciones de varios continentes, contribuyó a visibilizar luchas locales y convirtió la FDIM en un espacio de articulación para causas feministas del Sur Global.