Yemen tiene una ubicación estratégica que une Oriente con Occidente, a través del estrecho de Bab al-Mandab, que es una de las vías fluviales más importantes del mundo en términos de comercio marítimo internacional, lo que convirtió el país árabe en un centro de las ambiciones de los países vecinos y los de la región y sus intervenciones además lo lleva a ser un punto de conflicto de potencias internacionales y coloniales, con el objetivo de proteger sus intereses vitales y estratégicos.

Debido a esta importancia geoestratégica de Yemen, la guerra para controlarlo comenzó el 25 de marzo de 2015, a través de una Operación llamada (Tormenta Decisiva), como la llamó Arabia Saudita.

Después de que el Reino afirmó que el objetivo de la operación era "restaurar la legitimidad" del presidente Abd Rabbu Mansour Hadi, y así Riad encabezó una coalición de varios países que llevaron a cabo una agresión militar contra Yemen, con la cobertura de EEUU para legitimar esta guerra.

Al comienzo de la agresión, las operaciones militares de la coalición comenzaron a atacar las áreas controladas por "Ansar Allah" y las unidades de Ali Abdullah Saleh entre Sanaa, Saada, Al-Jawf y Hajjah, además de la parte noroeste de Yemen; y después de un corto período de enfrentamientos, la descubrimiento de la coalición en el campo comenzó a aparecer, donde la mayoría de sus operaciones militares fueron inicialmente bombardeos aéreos, principalmente realizados por bombarderos y helicópteros saudíes y emiratíes, con apoyo logístico, técnico e informativo de Occidente, principalmente norteamericano y británico, donde los sitios del ejército yemení relacionados con los sistemas de defensa aérea, los almacenes de armas y los principales cuarteles militares fueron atacados, con el objetivo de paralizar la capacidad cualitativa defensiva del ejército y los comités populares.

Estas operaciones estuvieron acompañadas de presiones políticas y de los medios de comunicación con mucha intimidación, advertencias y amenazas, que se centraron en que el ejército, los comités y la "Ansar Allah" deberían rendirse, porque lo que viene de las operaciones con apoyo occidental y regional es mucho más grande y ellos no podrán enfrentarlos, y por lo tanto tendrán que rendirse.

A medida que avanzaba el enfrentamiento día tras día, la firmeza, el estilo de lucha, la defensa yemení fueron notables.

Con el tiempo, las características del enfrentamiento empezaron a cambiar. Los yemeníes pasaron de la primera etapa de la defensa a estabilizar los frentes, fortalecerlos e imponer su cohesión, y luego a atacar sitios de la coalición saudí dentro de los frentes yemeníes y en las fronteras del norte con el Reino.

Además las unidades del ejército, los comités y "Ansar Allah" lograron fabricar y desarrollar armas de precisión  y capacidades estratégicas, incluidos misiles balísticos, drones y sistemas de defensa aérea, que contribuyeron de manera notable en resistir firmemente por un lado, y atacar por otro, lo que impuso una ecuación de disuasión y un equilibrio de terror que congeló todos los proyectos militares y de campo de la Coalición de Agresión.

Hoy, después de 6 años del inicio de la agresión, y dado que nadie que sigue la guerra en Yemen tiene una idea concreta de por qué continuará, después de perder toda la posibilidad de lograr un avance por parte de la agresión, y después de que esta guerra es considerada por todos los especialistas en asuntos de campo militar, como una victoria completa para el ejército, los comités populares y las unidades "Ansar Allah", en todos los sentidos de la palabra, entonces: ¿Cuáles son las razones militares de esta victoria, que se puede calificar como la más extraña de la historia?

La voluntad de resistir y luchar de los yemeníes

La coalición saudí ignoró la historia del pueblo yemení en los combates, especialmente la de "Ansar Allah", por lo que fue el punto más influyente en la derrota de la coalición de agresión en el enfrentamiento.

La voluntad de lucha fue demostrada por los yemeníes en todas las batallas de enfrentamiento directo, donde las unidades del ejército yemení, los comités populares y fuerzas de "Ansar Allah" demostraron un nivel sin precedentes de lucha organizada, coordinada y constante, en todas partes y han podido impedir que la coalición de guerra logre cualquier avance en cualquier lugar de la tierra yemení.

El avance de las capacidades yemeníes en la lucha y el desarrollo y fabricación de armas cualitativas

Además de las capacidades tácticas y operacionales en el enfrentamiento, las unidades yemeníes, incluido el ejército, los comités y "Ansar Allah" ha logrado desarrollar armas y capacidades estratégicas, y esto ha sido el papel más destacado en la imposición de un equilibrio aceptable en enfrentar las capacidades de agresión en general, y de sus capacidades aéreas en particular.

Así, los misiles balísticos, drones y sistemas de defensa aérea que los yemeníes introdujeron en la batalla fueron el punto ganador en la batalla estratégica donde permitieron atacar en profundidad al enemigo.

El apoyo del Eje de Resistencia a los yemeníes en términos consultivos y militares

La posición del Eje de Resistencia, liderado por la República Islámica de Irán, jugó un papel importante al brindar el asesoramiento técnico y militar necesario a los yemeníes en la batalla de defensa contra la agresión, en términos de brindar sus experiencias de combate en las maniobras contra un modelo occidental de lucha, especialmente el aéreo, que representó el núcleo de la batalla de agresión, o en términos de aportar experiencias que los iraníes habían adquirido en el proceso de desarrollo y modernización de sus armas cualitativas durante un largo camino del asedio.

Estas experiencias fueron fundamentales en el proceso de fabricación y desarrollo de armas y capacidades cualitativas yemeníes que sorprendieron a la agresión y sus partidarios, lo que los llevó a acusar directamente a la República Islámica de gestionar y fabricar esas capacidades.

La débil capacidad de combate de la coalición de agresión

A pesar de las capacidades que posee la coalición, pero durante todas las etapas de la guerra, sus soldados y oficiales no mostraron ninguna convicción de su utilidad, especialmente porque la dirección saudí no pudo, en ningún momento, durante decenas de ruedas de prensa o comunicados de prensa sobre la guerra, plantear una justificación convincente que justifique lanzar una guerra que les ha causado muchas pérdidas.

Además, no hay ningún motivo importante para luchar por parte de los mercenarios que fueron lanzados a las batallas más feroces contra "Ansar Allah" y los comités populares quienes a su vez luchan por una creencia y causa sagrada, que es defender su tierra y su dignidad, a diferencia de estos mercenarios.