The Washington Post: Arabia Saudita debe restablecer su relación con EE.UU. a medida que aumentan las tensiones de Irán
A juicio del diario norteamericano, es hora de que el príncipe heredero Mohammed bin Salman haga algo importante a cambio, para responder a las críticas profundas y bipartidistas de su régimen en el Congreso. “Debería asumir la responsabilidad por el asesinato del columnista colaborador del Post Jamal Khashoggi y señalar su disposición para un arreglo político de la guerra ruinosa en Yemen”, precisó el Post.

A medida que la confrontación de Estados Unidos con Irán se profundiza en el Golfo Pérsico, el ejército estadounidense está enviando 500 soldados a Arabia Saudita, su socio clave en la región.
De acuerdo con un artículo publicado en The Washington Post, el objetivo es disuadir a Irán y prepararse para la guerra, si la “disuasión” falla.
A juicio del diario norteamericano, es hora de que el príncipe heredero Mohammed bin Salman haga algo importante a cambio, para responder a las críticas profundas y bipartidistas de su régimen en el Congreso.
“Debería asumir la responsabilidad por el asesinato del columnista colaborador del Post Jamal Khashoggi y señalar su disposición para un arreglo político de la guerra ruinosa en Yemen”, precisó el Post.
La relación entre Estados Unidos y Arabia Saudita es importante para la seguridad de ambos países, especialmente cuando la confrontación con Teherán se acerca más a la guerra. Pero está construido sobre una plataforma inestable.
La votación de la Cámara de Representantes del miércoles para bloquear la venta de nuevas armas al reino es un signo del trauma político en el núcleo de la relación y de los problemas futuros, indicó el rotativo estadounidense.
Asimismo, sugiere que restablecer la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudita de manera más honesta es urgente ahora, ya que el peligro de conflicto regional crece. La última fuerte escalada se produjo el viernes cuando Irán se apoderó de un petrolero británico en el Golfo, según un funcionario de Estados Unidos.
Esta provocación, apunta The Washington Post, hace que sea probable una represalia británica y probablemente estadounidense, lo que agrava aún más la crisis, que parece ser el objetivo de Irán.
Los comandantes estadounidenses y sauditas insisten en que no quieren la guerra. Pero no se equivoque: a menos que Estados Unidos o Irán alivien sus demandas, esta confrontación llevará a una batalla que devastará la región.
De acuerdo con The Washington Post, Arabia Saudita parece tomar el apoyo de Estados Unidos en esta crisis casi por sentado.
El secretario de Estado Mike Pompeo y otros funcionarios han estado instando al príncipe heredero durante meses para que demuestren la responsabilidad de procesar a Saud al-Qahtani, asesor al que Estados Unidos nombró en noviembre pasado como organizador del complot que condujo a la muerte y desmembramiento de Khashoggi en Estambul.
Pero MBS, como se conoce al líder saudita, ha ignorado estas demandas. Qahtani no ha sido acusado, y los funcionarios de EE.UU. dicen que continúa operando libremente e incluso que consulta con ex colegas. La falta de voluntad del príncipe heredero de disciplinar a Qahtani refuerza la evaluación de la CIA, según la cual el propio MBS aprobó la operación de Khashoggi.
La negativa de MBS a asumir la responsabilidad por el asesinato de Khashoggi y otros abusos contra los derechos humanos es un gran error. Está subvirtiendo su propio proceso de reforma y, en última instancia, la seguridad futura de su país. Estados Unidos está enviando más tropas y armas, pero el Congreso eventualmente se rebelará contra una guerra por un gobernante que encubre un asesinato.