La República Popular Democrática de Corea (RPDC) advirtió que volverá a las pruebas nucleares y misilísticas debido a los continuos ejercicios militares entre Estados Unidos y Corea del Sur.

“Está claro que las maniobras son un entrenamiento en tiempo real, un ensayo de guerra para aplastar militarmente nuestra República”, señaló el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Norte sobre las maniobras que tendrán lugar el próximo mes de agosto.

En una declaración difundida por la agencia oficial norcoreana de noticias, KCNA, el vocero denunció que el presidente de EE.UU., Donald Trump, prometió suspender los ejercicios militares con Seúl durante las reuniones con el líder norcoreano, Kim Jong-un, pero, dijo, la mencionada maniobra pone de relieve que Washington no está cumpliendo esa promesa.

“Tras el incumplimiento de los compromisos por parte de EE.UU., estamos perdiendo gradualmente nuestras justificaciones para cumplir con nuestras obligaciones”, añadió.

 

El portavoz subrayó que Pyongyang no está obligado, por ningún documento legal, a suspender sus pruebas nucleares y de misiles.

Desde que realizara su tercera prueba balística en noviembre de 2017, Corea del Norte no ha probado ningún misil de largo alcance potencialmente capaz de alcanzar el territorio estadounidense.

Tras el inicio de los diálogos con Washington, Kim ordenó suspender las pruebas nucleares y de misiles de largo alcance, y Trump prometió, por su parte, detener los ejercicios militares y poner fin a las sanciones.