El número de muertos de las tropas estadounidenses en Afganistán ha aumentado a seis desde principios de este año, coincidiendo con la visita del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, que no fue anunciada previamente.

Dos soldados estadounidenses murieron este miércoles en Afganistán, luego de una visita a Kabul del secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, quien dijo que esperaba alcanzar un acuerdo de paz con los talibanes "antes del 1 de septiembre".

Las circunstancias del fallecimiento de los dos soldados son aún desconocidas, según una declaración de la misión de la OTAN "Apoyo firme", destinada a entrenar y asesorar a las fuerzas afganas.

El Talibán también anunció en un comunicado el mismo día la responsabilidad en una emboscada en la provincia de Wardak, cerca de Kabul, en la que cayeron dos soldados estadounidenses. 

Al menos seis efectivos del Pentágono han muerto desde principios de 2019 en Afganistán, en comparación con 12 en 2018. A principios de abril, un ataque suicida con coche bomba en un convoy militar mató a tres militares estadounidenses.

Unos dos mil 300 soldados murieron y más de 20 mil 400 resultaron heridos en Afganistán desde fines de 2001, cuando una coalición internacional liderada por Estados Unidos expulsó al Talibán del poder.

En el apogeo de su presencia en Afganistán, EE.UU. tuvo 100 mil tropas. Todavía hay unos 14 mil soldados en Afganistán como parte de una misión de "Apoyo firme".

El presidente afgano, Ashraf Ghani, confirmó en enero que 45 mil miembros de las Fuerzas de Seguridad Nacional perdieron la vida desde que asumió el cargo, en septiembre de 2014.

Desde el verano pasado, se iniciaron negociaciones entre los Estados Unidos y los talibanes para poner fin a 17 años de conflicto.

Pero a las dos partes, que se reunirán el 29 de junio en Doha, les resulta difícil ponerse de acuerdo sobre todas las demandas estadounidenses.