Argentina: Abuelas de Plaza de Mayo encuentran al nieto 130
"La restitución de mi identidad es un homenaje a mis padres", expresó Javier Matías Darroux Mijalchuk, quien logró restituir su identidad y volver a su verdadera familia.
Abuelas de Plaza de Mayo comunicó una nueva restitución, la número 130: Javier Matías Darroux Mijalchuk, hijo de Elena Mijalchuk y Juan Manuel Darroux, ambos desaparecidos en diciembre de 1977, durante la dictadura militar en Argentina.
“Para nosotros es el premio más merecido que tiene nuestro país, una lucha que da resultados positivos como es el encuentro del nieto 130”, celebró con algarabía la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, junto al nuevo nieto recuperado.
El joven contó que decidió participar de la conferencia de anuncio “para contar su lucha, para que la sociedad conozca su caso y tal vez así tener información sobre sus padres y hermano”, que aún no fue recuperado.
Las investigaciones realizadas por la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) y más tarde por la Unidad Fiscal Especializada para Casos de Apropiación de Niños no han podido arribar a ninguna información concluyente.
Gracias al trabajo conjunto de Abuelas, la CONADI y el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), Matías pudo encontrarse con su familia, saber su origen biológico e iniciar otra búsqueda –la de su hermano o hermana–, ya que al momento de la desaparición, Elena estaba embarazada de dos meses.
Los padres de Matías, Juan Manuel Darroux, trabajó en la Prefectura Naval Argentina de diciembre de 1961 hasta junio de 1966. De septiembre de 1969 a mayo de 1975 se desempeñó en la Universidad de Morón, en tareas administrativas, y allí conoció a Elena Mijalchuk, que estudiaba la carrera de Contadora Pública en ese establecimiento.
Elena y Juan Manuel formaron pareja y aunque la familia de ella en un principio se opuso por la diferencia de edad –él era mayor que ella–, finalmente aceptaron la relación. Elena se mudó con Juan Manuel, quien ya vivía solo, a Capital. La familia de él era de San Antonio de Areco, provincia de Buenos Aires.
Al momento del secuestro, Juan Manuel, Elena (embarazada) y el pequeño Javier Matías, ya vivían en una zona nombrada Caseros. Lo último que la familia fue en diciembre de 1977.
“La restitución de mi identidad es una homenaje a mis padres, una caricia al alma”, expresó el nieto recuperado, quien explicó que para él su historia no está resuelta porque aún quiere saber qué pasó con sus padres.
Al mismo tiempo destacó que estar allí le permite “encontrar a alguien que pueda ayudar a cerrar su historia”. “No hay nada más significativo que el abrazo con mi tío después de 40 años de búsqueda”, subrayó.