Llaman a desobediencia en Sudán tras represión del Consejo Militar a manifestaciones
En el marco de la organización de la escalada revolucionaria pacífica, las Fuerzas de la Libertad y el Cambio en Sudán llamaron a trabajar para derrocar al Consejo Militar de Transición, y manifestaron que dicha entidad escribió con la sangre de los mártires y los heridos su final.
Las Fuerzas de la Libertad y el Cambio en Sudán llamaron a trabajar para derrocar al Consejo Militar de Transición, que disparó "lluvias de balas" sobre los manifestantes como en la masacre de 1990.
Añadieron que el Consejo Militar reveló su verdadera cara después de sus falsas promesas y su traición a miles de manifestantes. Señalaron que el pueblo sudanés le responderá con pacíficamente y resistirá la violencia.
Por su parte, la Asociación Federal Sudanesa de la oposición llamó a cesar las negociaciones con el Consejo Militar.
"Hemos cerrado el archivo de diálogo con el Consejo Militar golpista y no podemos sentarnos con él después de toda la sangre derramada", dijo Mohammed al-Asbat, miembro de la Asociación de Profesionales Sudaneses en entrevista con Al Mayadeen.
También señaló que "el Consejo Militar pagará por su comportamiento inmoral lo que hizo con los manifestantes".
Por su lado, el Partido Nacional de la Umma expresó que "el desmantelamiento de las sentadas, es un crimen traicionero e imprudente del Consejo Militar”.
En correspondencia, llamó a los sudaneses a tomar las calles y al establecimiento de docenas de sentadas en el país y en el extranjero "para proteger la revolución".
La Asociación de Profesionales Sudaneses demandó la desobediencia civil general contra el Consejo Militar de Transición.
En ese sentido, convocó a los oficiales y soldados de las fuerzas armadas a proteger a los manifestantes y enfrenten a las milicias subversivas.
De igual manera, pidió a los ciudadanos a acudir a la sentada para detener lo que describió como la "masacre de las milicias del régimen".
También la Asociación de Pilotos Sudaneses aclamó la desobediencia civil general sin excepción.
A su vez, el Comité de Médicos de Sudán informó que la cifra de muertes por la represión a la sentada ascendió a 30, y un gran número de heridos.
Organizaciones humanitarias y médicas internacionales también solicitaron asistencia para evacuar a los heridos de la sentada.
El comité señaló que las fuerzas de seguridad irrumpieron en el hospital "Royal Care", cerca de la plaza de la sentada en Jartum, y cerraron el centro de la capital. También informó que las fuerzas de la Junta Militar impidieron que el personal médico llegara al hospital.
El opositor Partido del Congreso de Sudán dijo que el Consejo Militar cometió una masacre en la plaza de la sentada, lo que confirma que no se respetó la voluntad del pueblo.
"El comportamiento del Consejo golpista nos ha puesto frente a una opción: continuar la revolución para derrocar al régimen", dijo.
En respuesta a tales acontecimientos, la portavoz del gobierno británico, Allison King, manifestó a Al Mayadeen que su país está en contacto con la Junta Militar para detener de inmediato lo que está sucediendo.
"No es importante saber quién tomó la decisión de atacar a los manifestantes. La responsabilidad recae en el Consejo Militar", aseveró.
Indicó que hay una determinación común entre los miembros de la comunidad internacional de hacer rendir cuentas a los responsables.
"Egipto otorga gran importancia a los acontecimientos en Sudán y sus repercusiones", señaló El Cairo en un comunicado, y destacó la importancia del compromiso de todas las partes para calmar, moderar y volver a las negociaciones y el diálogo para lograr las aspiraciones del pueblo sudanés.
Igualmente, trascendió que la embajada de los Estados Unidos en Jartum solicitó el cese de la violencia contra los manifestantes, y culpó al Consejo Militar de Transición de la responsabiliadd de la caída de muertos y heridos entre los civiles.
A su vez, la Unión Europea confirmó que está siguiendo de cerca los acontecimientos de Sudán, y advirtió sobre las consecuencias del uso de la violencia contra los civiles.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, condenó los disparos a los manifestantes en Sudán y pidió la rendición de cuentas de los responsables, según un comunicado leído por el portavoz Stephane Dujarric.
Mientras tanto, Francia condenó la violencia en Sudán y exigió el enjuiciamiento de los culpables.
El líder de Ansar Allah, Abdul-Malik al-Houthi, expresó su solidaridad con el hermano pueblo sudanés. Consideró que la junta militar entró en acuerdos con las fuerzas internacionales y regionales para controlar al pueblo sudanés y confiscar así su libertad e independencia.