Venezuela abandona la OEA
Para celebrar la decisión de abandonar la OEA, el pueblo venezolano marcha este sábado en Caracas, la capital.

Venezuela abandona formalmente este 27 de abril la Organización de los Estados Americanos (OEA), en un acontecimiento que será histórico debido a que ningún Estado hasta ahora se ha retirado de ese organismo hemisférico.
Este sábado se cumple lo que marca el artículo 143 de la Carta de la OEA de 1948: “Transcurridos dos años a partir de la fecha en que la Secretaría General reciba una notificación de denuncia, la presente Carta cesará en sus efectos respecto del Estado denunciante, y éste quedará desligado de la Organización después de haber cumplido con las obligaciones emanadas de la presente Carta”.
La OEA ha llevado a cabo "acciones intrusivas, arbitrarias, ilícitas, desviadas, groseras, contra la soberanía de la patria", argumentó Delcy Rodríguez, quien en 2017 era canciller de Venezuela, al interponer la denuncia a la Carta del organismo hace dos años.
Venezuela no participará en lo sucesivo en ninguna actividad o evento en el que se pretenda posicionar el intervencionismo y la injerencia de este grupo de países que solo buscan perturbar la estabilidad y la paz de nuestro país", afirmó Rodríguez, al subrayar que el inicio del proceso para el retiro fue una instrucción del presidente Nicolás Maduro.
El gobernante bolivariano tomó la decisión después de que el Consejo Permanente de la OEA había convocado a un encuentro de cancilleres para el 2 de mayo de 2017 en San Salvador, para tratar el asunto venezolano.
Caracas denunció que la convocatoria de esa reunión de cancilleres violaba la Carta de la OEA que en su artículo 1 dice que el foro político no puede "intervenir en asuntos de la jurisdicción interna de los Estados miembros".
Maduro definió que el organismo se transformó en un espacio de dominación imperial, por lo que Venezuela ve en la OEA una organización que se desarticula, que ha cometido actos espurios claramente injerencistas debido a una alineación de gobiernos de derecha en la región, tutelados por el gobierno de Estados Unidos.
En ese contexto destaca la actuación del secretario general de la OEA, Luis Almagro, fiel peón de la política antivenezolana promovida por la Casa Blanca.
De acuerdo con Caracas, la “antipolítica” ejercida por el dirigente del organismo será referencia para explicar la decadencia en la que el foro interamericano se sumerge.
Samuel Moncada, quien en 2017 era el embajador venezolano en la OEA, así lo ve: "el secretario general se ha convertido en un agente del conflicto en Venezuela".
Almagro ha estado "abiertamente llamando a un golpe de Estado y a la insurrección", remarcó.
La salida de la Organización de los Estados Americanos es un acto de independencia y soberanía, manifestó Moncada, quien ahora se desempeña como el embajador del gobierno bolivariano ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
"Es un acto de liberación. Nosotros nos estamos saliendo de una organización que básicamente está al servicio de los Estados Unidos y por eso debemos celebrar como un acto de independencia", advirtió.