La reciente declaración emitida por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña sobre Siria constituye un documento histórico en la mentira, la hipocresía, el engaño y la tergiversación, afirmó una nota emitida por el ministerio de Exteriores y Emigrantes del país levantino.

Indicó que esos tres países son los principales responsables de la sangre derramada en Siria y otros países de la región.

La Cancillería explicó que “la evolución de los acontecimientos mostró que lo que vive Siria y algunos países de la región es el mero resultado de un complot occidental dirigido por Estados Unidos para someter la voluntad de los países de la región y saquear sus riquezas y recursos, y fortalecer a (Israel) a expensas de los derechos e intereses árabes”.

Agregó que los países del nuevo proyecto colonial no dejaron ningún tipo de herramienta sin emplear para lograr sus objetivos, ya sea con la presión política, el asedio económico, la desinformación y la movilización de miles de asesinos extremistas en agrupaciones terroristas, como Daesh y el Frente Al-Nusra.

“Ofrecieron todo tipo de apoyo logístico, financiero y armamentista a esos grupos radicales para destruir a los países de la región y derramar la sangre de sus pueblos, además de agotar sus energías con el propósito de debilitarlos y convertirlos en peones fáciles de involucrarse en ese proyecto conspirativo y agresivo”, señaló la nota.

También denunció además los brutales crímenes y las horribles masacres cometidas por los grupos terroristas a lo largo de la geografía siria y aquellos cometidos por los países de la coalición estadounidense fuera del marco de la legitimidad internacional, especialmente en la ciudad de Raqqa y la provincia de Deir Ezzor.

“Esos crímenes, indica la declaración, son una estigma en el frente de esos países y llegan al nivel de crímenes de guerra y de lesa humanidad, y además constituyen una violación flagrante del Derecho Internacional”.

Al referirse a la declaración emitidas por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña afirmó que esos tres países no están interesados ​​en absoluto en la reconstrucción de Siria, y más, no están invitados a contribuir en este proceso. "Solo deben pagar indemnizaciones por los crímenes de asesinatos y destrucción que causaron y detener su injerencia flagrante en los asuntos internos.

El Ministerio de Exteriores y Emigrntes aseguró que el pueblo sirio y su valiente ejército están más determinados que nunca a derrotar el proyecto hegemónico y prepotente de Occidente y preservar la integridad territorial de Siria y su decisión nacional independiente.

“La victoria del ejército sirio será el último clavo en el ataúd del orden mundial unipolar y llevará a un orden mundial en el que prevalece la justicia, la legitimidad internacional y libre de la arrogancia y la hegemonía”, concluyó.