Un total de 237 personas fueron arrestadas durante las tensas protestas de los chalecos amarillos registradas la víspera en Francia, según cifras oficiales divulgadas este domingo.

La Fiscalía de París detalló que de los detenidos, 200 se mantienen bajo custodia policial, incluidos 185 adultos y 15 menores de edad.

El sábado se produjeron manifestaciones en ciudades de todo el país y las de París fueron particularmente tensas, al punto que el presidente, Emmanuel Macron, debió interrumpir su descanso de fin de semana en una estación de esquí para regresar a la capital.

Varios miles de chalecos amarillos se congregaron en los Campos Elíseos y algunos grupos protagonizaron acciones como el incendio de restaurantes, el saqueo de tiendas, y la destrucción de vidrieras y otros elementos del mobiliario público.

Las fuerzas de seguridad respondieron con gases lacrimógenos, cañones de agua y el lanzamiento de balas de goma, por lo que se registraron escenas de alta tensión y violencia.

Según informes 42 manifestantes resultaron heridos, un bombero y 17 uniformados.

El ministerio de Interior publicó un balance de la participación en las acciones de la jornada: 32 mil 300 en todo el país (en ciudades como Bordeaux, Dijon y Toulouse), incluidos unos 10 mil en esta capital.

Por su parte, el primer ministro, Edouard Philippe, visitó en la tarde los Campos Elíseos para constatar los daños ocasionados, mientras al filo de la medianoche se realizó una célula de crisis en la cual participó el jefe de Estado.

Macron abogó por analizar lo sucedido, tomar las medidas necesarias lo más rápido posible, y emprender acciones fuertes para que esos hechos no se repitan.