Los hospitales de Saná reciben 100 casos de cólera cada día, dijo el Ministerio de Salud yemenita, que describió la situación como catastrófica, ante el gran déficit de camas.

Un funcionario de Salud pidió a las organizaciones internacionales y a la sociedad que tomen medidas urgentes para frenar la propagación de la epidemia en Saná.

El último ataque contra Hajjah, al norte de Hodeidah, el 9 de marzo, causó nuevas pérdidas significativas entre los niños yemenitas: 12 menores murieron mientras estaban en sus hogares y otros 14 resultaron heridos.

La escalada desplazó a más de 37 mil personas, casi la mitad son niños, a otras partes de la provincia.

Además, provocó un mayor deterioro de los sistemas de salud y saneamiento en la región, y aumentó el riesgo de cólera. Un total de seis mil 322 casos sospechosos han sido reportados desde enero.

A pesar de los continuos combates, la UNICEF continúa brindando asistencia a las comunidades desplazadas, así como nutrientes terapéuticos a niños con desnutrición grave.

También la entidad de Naciones Unidas ha enviado suministros médicos a los hospitales y brinda apoyo psicológico a los sobrevivientes y sus familias.