Al menos 20 personas murieron y 40 resultaron heridas en Egipto en el choque de una locomotora con un tope de final de vía de una estación ferroviaria de El Cairo.

Según datos oficiales transmitidos por la televisión local, la locomotora —que había estado en un taller de mantenimiento— entró este miércoles con exceso de velocidad en la capitalina estación de ferrocarril de Ramsés y colisionó con el freno de uno de los andenes con mucha fuerza, lo que provocó una explosión que alcanzó a personas que se encontraban allí.

Una decena de ambulancias, así como vehículos de bomberos acudieron a la estación, la principal de El Cairo, donde estaba el tren calcinado, informan los medios. 

Horas después del accidente, el ministro de Transporte egipcio, Hisham Arafat, presentó su dimisión, que fue inmediatamente aceptada por el primer ministro, Mustafa Madbouli.

Madbouli visitó el lugar de la tragedia y en una declaración pública aseguró que los responsables del accidente tendrán que responder y asumir las consecuencias.

Sin embargo, miembros de los servicios de seguridad aseguraron que hasta e momento no hay indicios de que el accidente fuera deliberado.

Un testigo señaló a la agencia Reuters que vio a un hombre en el tren señalando con las manos y gritando "¡no hay frenos!". Otros declarantes indicaron a su vez que vieron llamas saliendo del motor de la locomotora antes de que se estrellara.

En Egipto, los accidentes ferroviarios son comúnes, pues, el país africano no posee un sistema de trenes modernos, no se hace un mantenimiento regular de las vías férreas y la vigilancia es precaria.