Gobierno palestino denuncia ola de arrestos en Jerusalén
Abdel Azim Salhab, director de Waqf —oficio de bienes religiosos musulmanes— de Jerusalén, y el vicedirector del Departamento de Investigación de Waqf, Najeh Bakirat, fueron arrestados por la policía israelí. A ambos les notificaron que no podrán acceder a la Explanada de las Mezquitas, en la Ciudad Vieja de Al-Quds, durante tres días.

El Gobierno palestino denunció la campaña de arrestos protagonizada por el régimen israelí en Jerusalén y advirtió de escalada de tensiones.
“La campaña de arrestos y los ataques contra las autoridades religiosas son una escalada peligrosa”, expresó el portavoz de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yusef al-Mahmud, reportó la agencia palestina WAFA.
Al-Mahmud se refirió al arresto el sábado de Abdel Azim Salhab, director de Waqf —oficio de bienes religiosos musulmanes— de Jerusalén, y el vicedirector del Departamento de Investigación de Waqf, Najeh Bakirat, por la policía israelí, a quienes les notificaron que no podrán acceder a la Explanada de las Mezquitas, en la Ciudad Vieja de Jerusalén (Al-Quds), durante tres días.
El funcionario palestino aseveró que la situación en la Ciudad Vieja y el resto de los territorios ocupados se ha agravado, con más tensión, por la flagrante violación de todas las leyes internacionales.
Las órdenes de arresto contra Salhab y Bakirat fueron dictadas después que más de 60 palestinos fueran detenidos desde el jueves por la noche y algunos fueran puestos en libertad bajo condiciones similares a la de los aludidos.
De acuerdo con WAFA, Salhab y Bakirat lideraron las acciones para entrar en la zona de Bab Al-Dahib (la Puerta Dorada), área detrás de una puerta con este mismo nombre, ubicada en el este del recinto de la Mezquita Al-Aqsa, en la ciudad de Jerusalén, a la cual los palestinos no habían tenido acceso desde el año 2003.
El 17 de febrero, las autoridades israelíes colocaron cerraduras en las entradas que conducen a la puerta de Bab Al-Rahma, impidiendo que los palestinos accedieran a la Mezquita Al-Aqsa para rezar, lo que desencadenó manifestaciones en Jerusalén.