Un total de 14 personas murieron en el ataque del grupo somalí Al Shabab al hotel Dusit D2 en la zona capitalina de Westlands, en Nairobi, Kenya.

En diálogo con la prensa, el mandatario Uhuru Kenyatta anunció el fin de las operaciones de las fuerzas de seguridad que se extendieron por casi 20 horas en el complejo residencial, donde se encuentran además numerosas oficinas comerciales y de negocios.

"Se perdieron 14 vidas en manos de estos criminales terroristas", afirmó el gobernante, en referencia a los miembros de Al Shabab que reivindicaron el ataque armado.

Kenyatta señaló que sufrieron "como país y mi corazón y el de cada keniano se dirige a los hombres y mujeres inocentes quebrantados por la violencia absurda".

También advirtió que nunca serán derrotados por el terrorismo e hizo el compromiso de mejorar la lucha contra ese flagelo, el cual ha golpeado al país africano en varias ocasiones.

Seguimos siendo parte de la comunidad internacional comprometida con la lucha contra el terrorismo, ratificó.

La víspera en horas de la tarde un grupo de hombres armados, que fuentes policiales cifraron en seis, aunque no hay claridad al respecto, entraron disparando en el complejo residencial y uno de ellos dentonó la carga que llevaba adherida al cuerpo a la entrada del lugar.