No obstante, la Casa Blanca comentó en el mismo contexto que Trump “no descarta ponerse en contacto” con el alto representante de la monarquía saudita, pero “su agenda de trabajo durante la cumbre del G20 está muy apretada”.

El funcionario sí confirmó que Trump y su homólogo ruso Vladimir Putin discutirán las cuestiones de seguridad, economía y del Medio Oriente al margen de la cumbre.

Hay expectativas en círculos políticos y medios de prensa sobre un eventual diálogo Trump-Bin Salman debido a la condena internacional a este último por el asesinato el 2 de octubre de un crítico suyo, el periodista Jamal Khashoggi, en el consulado de Riad en la ciudad turca de Estambul.

Entretanto, el gobernante estadounidense se resiste a culpar a Bin Salman, pese a que los indicios apuntan a la responsabilidad que tuvo en el brutal asesinato del periodista.

El periódico The New York Times publicó que Arabia Saudita, gobernada de facto por el príncipe heredero, es “una pieza clave” de la estrategia extremadamente hostil de la Administración de Trump contra Irán.

BIN SALMAN EN TÚNEZ EN MEDIO DE PROTESTAS

Mientras, el príncipe heredero llegó a Túnez, donde el aeropuerto de Cartago fue recibido por el presidente Béji Kayed Sebsi, según reportó el corresponsal de Al Mayadeen.

La visita de Bin Salman ha desatado una ola protestas en el país, Cientos de personas se unieron en una manifestación a lo largo de la calle Habib Bourguiba, en el centro de Túnez, la capital.

Según Al Mayadeen, hasta el momento se conoce exactamente cuánto durará allí la estancia de MBS (como es conocido internacionalmente el príncipe saudita).

Ayer, Bin Salman viajó a Egipto, donde lo recibió el presidente Abdelfatah Al-Sisi, tras escalas en Bahrein y Emiratos Árabes Unidos.

El representante de la casa real de Riad va rumbo a Argentina, donde participará en la cumbre de las naciones de economías industrializadas y emergentes del mundo, prevista los días 30 de noviembre y 1 de diciembre en Buenos Aires.