Manifestantes jordanos pidieron la cancelación de un acuerdo de gas firmado por su gobierno para importar gas de Israel.

La marcha pacífica fue organizada por un sindicato profesional y se dirigió hacia la oficina del Primer Ministro en el vecindario de al Dawar al Rabe, en Amman.

“El gas que viene del enemigo es una extensión de la ocupación y socava la soberanía jordana”, reza una de las pancartas que portaban los manifestantes.

El gobierno de Amman firmó recientemente un acuerdo con el régimen de ocupación de Israel para importar gas natural del litoral mediterráneo, lo que provocó controversia en Jordania sobre su legalidad y la oportunidad de importar este gas a (Israel).

Según informes, el acuerdo prevé “la importación de 45 mil millones de metros cúbicos de gas durante 15 años, por un valor de 10 mil millones de dólares”.

También recuerda que todo esto ocurre luego que el rey Abdulá II de Jordania anunciara su negativa a renovar dos anexos del tratado de paz con Israel.

De acuerdo con informaciones, se conoce que desde su firma en 1994, el tratado dispuso que dos territorios fronterizos (el área de Baqura-Naharayim y el área de al-Gamr-Zofar), bajo la soberanía jordana, se pondrían a disposición de los agricultores israelíes de forma gratuita durante un período de 25 años. Un año antes de que finalice dicho período, el plazo establecido en el tratado para su posible denuncia, el rey Abdulá II afirmó que no quiere renovar esas disposiciones.

Cerca de 80 diputados jordanos hicieron un llamamiento para no renovar este régimen especial otorgado a las dos zonas y que permite su control por parte de Israel.

Esto es un tema que afecta a la dignidad y la soberanía del reino.