Durante operaciones de limpieza en zonas liberadas, las fuerzas sirias hallaron armamentos y municiones en escondites abandonados por los terroristas en aldeas de Damasco y de la provincia suroccidental de Quneitra.

Según despachos de SANA, en los arsenales de los terroristas había rifles de francotirador, misiles antitanques TOW, ametralladoras, proyectiles de mortero, cajas de balas para ametralladoras pesadas, equipos de telecomunicaciones, la mayoría fabricados en Estados Unidos y el Reino Unido.

Además, fueron descubiertos varios equipos médicos y de laboratorio importados, desde máquinas de electrocardiografía, camas médicas y sillas de ruedas, e incluso instrumentos de una clínica dental.

Según la fuente, esos hallazgos se realizaron en la provincia de Al-Quneitra y el enclave de Beit Jinn —al este de Damasco y cerca de los altos de Golán, ocupados por el régimen de Israel— gracias a la cooperación del Ejército sirio y los comités locales.

Por su parte, el Gobierno de Damasco, presidido por Bashar al-Assad, ha condenado en reiteradas ocasiones la presencia de tropas estadounidenses en su territorio y denuncia que Washington usa a sus uniformados para frenar el avance del Ejército sirio frente a los terroristas.