Shaaban, de 34 años, considerada decana entre las internas por el tiempo en confinamiento, padece importantes problemas de salud, los más graves asma y deficiencia en las glándulas y no se le proporciona un tratamiento adecuado, denunció el Centro de Estudios para los Prisioneros Palestinos.

También informó que su estado se ve agravado por las malas condiciones de la prisión y la falta de ventilación en las celdas.

Shaaban, de la aldea de al Jalmah, en el distrito de Jenin, fue arrestada el 3 de noviembre de 2014, después de ingresar brutalmente a su casa, aterrorizar a sus cuatro hijos y llevársela con las manos atadas en medio del llanto de sus niños pequeños.

Los ocupantes sionistas la acusan, junto a un grupo seis personas, de intentar  llevar a cabo una operación de martirio. Después de un interrogatorio de más de dos semanas, la trasladaron a la prisión de Hasharon.

Los tribunales de ocupación israelíes aplazaron el juicio de Shaaban 15 veces, con el pretexto de completar el proceso judicial en su contra, hasta que la corte de Salem emitió una sentencia severa.

Shaaban ha sufrido castigos por parte del  Servicio de Prisiones que en abril de 2015 le prohibió por cuatro días a ella y a otras cinco reclusas salir de las celdas y les negó la  visita por un mes por levantar  la bandera de Palestina en el patio de la prisión. También fue sometida a aislamiento en mayo de 2016 tras defender a una prisionera que fue agredida por una agente de policía.

La familia de Shaaban ha exigido más de una vez que sea liberada por razones humanitarias pues necesita un  tratamiento y las condiciones de la prisión agravan su sufrimiento; además, hay cuatro niños que esperan por su regreso.