Arabia Saudita y Bahrein designan al CGRI como terrorista
Según un comunicado difundido por la agencia oficial saudita de noticias, SPA, Riad y Manama añadieron a su lista negra terrorista al Cuerpo de Guardianes de la República Islámica (CGRI) de Irán y también al comandante de las Fuerzas Quds del CGRI, el general Qassem Soleimani, militar iraní de alto rango conocido por su papel en la lucha contra los grupos terroristas en Irak y Siria.

Arabia Saudita y Bahrein, en coordinación con Estados Unidos, designaron al Cuerpo de Guardianes de la República Islámica de Irán como terrorista.
Según un comunicado difundido por la agencia oficial saudita de noticias, SPA, Riad y Manama añadieron a su lista negra terrorista al Cuerpo de Guardianes de la República Islámica (CGRI) de Irán y también al comandante de las Fuerzas Quds del CGRI, el general Qassem Soleimani, militar iraní de alto rango conocido por su papel en la lucha contra los grupos terroristas en Irak y Siria.
Añadió a su lista a Hamed Abdolahi y Abdul Reza Shahlai, dos altos mandos militares del CGRI, y sin presentar evidencia alguna, han vuelto a acusar a Irán y al CGRI de participar en actos desestabilizadores en Medio Oriente.
Arabia Saudita y Bahrein hizo énfasis en su cooperación con Estados Unidos en el marco del recientemente creado Centro de Focalización contra la Financiación del Terrorismo, integrado por EE.UU. y varios de los países árabes ribereños del Golfo Pérsico, para aplicar más presión a Irán.
Esta misma jornada, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos acusó a dos ciudadanos iraníes de estar vinculados a actividades terroristas y le ha añadido a su lista negra. En esta ocasión, tampoco ha presentado evidencia alguna al respecto.
Por otra parte, esta unidad militar iraní es blanco de la ira de Washington por las actividades que lleva a cabo, en concreto en Siria, donde ayuda al Gobierno de Damasco en su lucha antiterrorista.
Las autoridades iraníes han advertido que, si se pasa a considerar al CGRI una organización terrorista, ello se traduciría en “una declaración de guerra” y, en represalia, Irán también declararía terrorista al Ejército estadounidense.