Cuba denuncia en la ONU retórica agresiva de EE.UU. y el mantenimiento del bloqueo
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, destacó en la ONU que el Gobierno de Estados Unidos mantiene una retórica agresiva contra su país y conserva vigente uno de los principales obstáculos a su desarrollo: el bloqueo.
Ese cerco pretende estrangular la economía con el propósito de generar penuria y alterar el orden constitucional, se trata de una política cruel, que castiga a las familias cubanas y a toda la nación, dijo en la Asamblea General.
Díaz-Canel subrayó que el bloqueo es el sistema de sanciones económicas más abarcador y prolongado aplicado jamás contra país alguno, y resulta el obstáculo fundamental al desarrollo de la isla.
“En nombre del pueblo cubano, agradezco a esta Asamblea General por su rechazo casi unánime al bloqueo”, dijo.
Cuba mantiene la disposición de desarrollar una relación respetuosa y civilizada con Washington, sobre la base de la igualdad soberana y el respeto, indicó el mandatario y habló de que como esta resulta una aspiración compartida por ciudadanos estadounidenses y de la isla.
Cuba siempre estará dispuesta a dialogar, pero nunca realizaremos concesiones que afecten la soberanía e independencia nacional: “no negociaremos nuestros principios, ni aceptaremos condicionamientos”, subrayó.
A pesar del bloqueo, la hostilidad y las acciones que ejecuta Estados Unidos para subvertir el sistema cubano, la Revolución está viva y fiel a sus principios, afirmó.
En los últimos tiempos, indicó, Washington se ha dedicado a fabricar con falsos pretextos, escenarios de tensión y hostilidad que a nadie benefician.
Además, denunció los programas públicos y encubiertos de intromisión en los asuntos internos de Cuba que desarrolla Estados Unidos, en violación de las normas y principios de la ONU.
“El cambio generacional en nuestro gobierno no debe ilusionar a los adversarios de la Revolución. Somos la continuidad, no la ruptura”, advirtió.
Díaz-Canel también se refirió al proceso que se desarrolla en la isla para perfeccionar su modelo económico y social, con el objetivo de construir un socialismo próspero y sostenible.
Con esa convicción, dijo, se avanza en un proceso de reforma de la Constitución.
Los principios de solidaridad de la política exterior cubana permanecen, reafirmó el presidente, y seguiremos acudiendo a esta Asamblea General, como desde hace años, para demandar el fin del bloqueo.
MUNDO IRRACIONAL
Se refirió asimismo a la irracionalidad de un mundo en el que el 0,7 por ciento más rico de la población puede apropiarse del 46 por ciento de toda la riqueza, mientras el 70 por ciento más pobre solo accede al 2,7 por ciento de la misma.
Recordó que tres mil 460 millones de seres humanos sobreviven en la pobreza; 821millones padecen hambre; 758 millones son analfabetos y 844 millones carecen de servicios básicos de agua potable.
“Cifras todas, por cierto, que elaboran y manejan habitualmente los organismos globales, pero que al parecer aún no alcanzan a movilizar suficientemente la conciencia de la llamada comunidad internacional”, enfatizó.
Recalcó que esas “realidades no son fruto del socialismo, como el Presidente de los Estados Unidos afirmó ayer en esta sala. Son consecuencia del capitalismo, especialmente del imperialismo y el neoliberalismo; del egoísmo y la exclusión que acompaña a ese sistema, y de un paradigma económico, político, social y cultural que privilegia la acumulación de riqueza en pocas manos a costa de la explotación y miseria de las grandes mayorías”.
LÍNEAS DE POLÍTICA EXTERIOR
El mandatario cubano reiteró el apoyo irrestricto a una solución amplia, justa y duradera para el conflicto israelo-palestino, sobre la base de la creación de dos Estados.
Lo anterior es condición indispensable para que el pueblo palestino pueda “ejercer el derecho a la libre determinación y a disponer de un Estado independiente y soberano en las fronteras anteriores a 1967, con Jerusalén Oriental como su capital”. También rechazó la acción unilateral de Estados Unidos de establecer su representación diplomática en la ciudad de Jerusalén, lo que agudiza aún más las tensiones en la región. “Condenamos la barbarie de las fuerzas israelíes contra la población civil en Gaza”, apostilló.
Igualmente reafirmó la invariable solidaridad con el pueblo saharaui; y el apoyo a la búsqueda de una respuesta definitiva a la cuestión del Sahara Occidental, que le permita el ejercicio del derecho a la autodeterminación y a vivir en paz en su territorio.
“Apoyamos –apuntó- la búsqueda de una solución pacífica y negociada a la situación impuesta a Siria, sin injerencia externa y con pleno respeto a su soberanía e integridad territorial”. Rechazamos cualquier intervención directa o indirecta, que se lleve a cabo sin el acuerdo de las autoridades legítimas de ese país, enfatizó.
En su discurso el presidente cubano ratificó el apoyo a Venezuela; denunció el encarcelamiento con fines políticos del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, y la decisión de impedir al pueblo votar y elegir a la Presidencia al líder más popular de Brasil.
Además, abordó otras cuestiones que ocupan la agenda política internacional como la continuada expansión de la OTAN hacia las fronteras con Rusia; el cumplimiento del denominado Acuerdo Nuclear con la República Islámica de Irán, así como el acercamiento y diálogo intercoreano.