El piloto ruso afirma haber detectado el F-22, prácticamente invisible a los radares tradicionales, e incluso lo fotografió por el sistema de control infrarrojo de búsqueda y rastreo sobrevolando Siria, señala la información.

Después de describir detalladamente cómo suelen ser estos encuentros (existen líneas de comunicación utilizadas para evitar el conflicto entre Rusia y EE. UU.), el aviador dijo haber puesto al Raptor en su punto de mira.

Diversos analistas han reconocido que Rusia no tiene obstáculos para detectar este tipo de avión, tanto el mencionado tipo como los bombarderos B-2 y F-35, fabricados en Estados Unidos a un costo de más de 170 mil millones de dólares.

Este tipo de encuentro, ocurrido hace apenas 24 horas, aumenta las tensiones en la región, luego de los acuerdos para crear una zona desmilitarizada en la provincia siria de Idleb y la próxima entrega a Damasco de los sistemas de misiles S-300.

Para los especialistas, Estados Unidos y ante esos dos hechos, mantiene una postura agresiva, altamente peligrosa, mientras su papel injerencista sigue siendo cuestionado en medio de la guerra impuesta a Siria.