Fue en el segundo diálogo por la Paz, la Verdad y la Justicia, que tuvo lugar en la capital mexicana, y en el que López Obrador dio la cara ante un flagelo hiriente allí para miles de familias.

Resultó un encuentro difícil entre reclamos, carteles y fotos de los desaparecidos en el que el próximo mandatario de México se diferenció respecto al presidente Enrique Peña Nieto, quien evitó hasta hoy encuentros de este tipo.

“Voy a pedir perdón a todas las víctimas de la violencia”, expresó el gobernante electo al reiterar su compromiso de que habrá “justicia en lo que humanamente esté de mi parte”.

No están solos, el gobierno no estará al servicio de una minoría rapaz o de cuello blanco, subrayó López Obrador.

En México hay más de 35 mil desaparecidos, cuando es recurrente el hallazgo de fosas clandestinas con restos humanos, como ocurre por estos días en Veracruz, donde además aparecen credenciales y ropas, incluidos de menores de edad.