El presidente sirio, Bashar al-Assad, declaró que la liberación de la provincia de Idleb será una prioridad para el Ejército sirio en sus futuras operaciones, con la promesa de eliminar todos los elementos de los "Cascos Blancos" que rechazan la reconciliación.

"Los activistas del grupo Cascos Blancos que se negaron a entregar armas serán eliminados como el resto de terroristas", dijo Al-Assad a varios medios de comunicación de Rusia.

Por otra parte, Al-Assad subrayó que "la presencia de militares rusos en Siria es esencial para lograr la paz y la estabilidad política".

Explicó que "la duración del acuerdo entre Siria y Rusia sobre la base militar en Hmeymim indica planes a largo plazo para la cooperación entre los dos países".

En cuanto a los refugiados, el presidente sirio dijo que Damasco discutió con Moscú la posibilidad de facilitar su regreso, pidiendo a los "que tenían empresas privadas antes en Siria volver a su tierra".