ELN de Colombia apostará siempre por los diálogos de paz, afirman en La Habana
El jefe de la delegación del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a los diálogos de paz con el Gobierno colombiano, comandante Pablo Beltrán, advirtió sobre los incumplimientos en la implementación del pacto con las otrora FARC-EP, pero insistió que no obstante cualquier tropiezo los representantes de esa guerrilla seguirán en la mesa de negociaciones

El jefe de la delegación del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a los diálogos de paz con el Gobierno colombiano, comandante Pablo Beltrán, advirtió sobre los incumplimientos en la implementación del pacto con las otrora FARC-EP, pero insistió que no obstante cualquier tropiezo los representantes de esa guerrilla seguirán en la mesa de negociaciones.
Los diálogos se desarrollan en La Habana, capital cubana, desde mayo último, después de la decisión de Ecuador de negarse a continuar de garante en las pláticas.
En entrevista concedida a Prensa Latina, Beltrán evaluó lo logrado tras el comienzo de las citas oficiales en Quito, Ecuador, sus riesgos y desafíos en una etapa compleja cuando termina el mandato de Juan Manuel Santos y está a punto de posesionarse Iván Duque, del partido Centro Democrático, detractor de dichas conversaciones.
Ahora estamos trabajando para que haya un diálogo nacional con la finalidad de que la sociedad colombiana participe en el proceso de paz de manera decisiva, dijo.
También hemos logrado –añadió- un ambiente favorable dirigido a pactar un cese el fuego bilateral y que sea el paraguas bajo el cual transcurran las conversaciones, eso ha sido importante.
Recordó que la administración de Juan Manuel Santos, impulsor de este proceso, va de salida y viene otra que no es tan afecta a estos procesos de paz.
“Estamos tratando de que haya un puente que saque las pláticas adelante y que le permita al venidero ocupante de la Casa de Nariño nombrar una nueva delegación y proseguir con la agenda sin grandes traumatismos”, agregó.
Beltrán descartó la ruptura de los diálogos y “la instrucción que tenemos como delegación de voceros es no pararnos de la mesa; así los planteamientos de la contraparte sean muy adversos y grandes las diferencias, nosotros vamos a insistir en que puedan desarrollarse”.
Estamos bastante preocupados -reiteró- pues una solución negociada al conflicto es para que la guerrilla deje de serlo y se convierta en movimiento político, pero si las FARC-EP abandonan las armas y su suerte posterior está en riesgo quiere decir que queda en entredicho el proceso de paz.
Algunos dicen que el Estado es paquidérmico, incumplidor, que las élites no le cumplen a nadie, eso es cierto, pero nos parece que también hay una intención de fallar para desanimar a la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (partido surgido tras la desmovilización de la agrupación rebelde).
El propósito es que cada excombatiente se vaya para su casa, que esos 13 mil que están inscritos en el programa de reinserción en vez de permanecer como colectivo hagan su vida por separado, eso lo están logrando.
“El incumplimiento nos parece que es programado, no accidental, sino programado para no dejar que las FARC se conforme como movimiento político”, subrayó.
En noviembre de 2016 las FARC-EP y el Gobierno colombiano suscribieron el acuerdo definitivo para poner fin a una confrontación de más de medio siglo.
La guerra interna ha dejado alrededor de ocho millones de víctimas, entre ellas casi 300 mil muertos.