Nelson Mandela cumple cien años. El abogado, político y luchador contra el régimen de segregación racial (apartheid) nació en Mvezo, provincia sudafricana de Eastern Cape (Cabo Oriental), el 18 de julio de 1918.

El racismo, la pobreza y la desigualdad fueron las bases de la eterna batalla que enfrentó Madiba, como se le conoció, por eso, quizás, una de sus frases destacadas: “después de subir una gran colina, uno encuentra que hay muchas más colinas para subir”.

Mandela estuvo más de 27 años en cautiverio. En su libro Cartas desde la Prisión, una recopilación de misivas de Madiba, escribió acerca de Robben Island, la cárcel donde lo había condenado a pudrirse: “el almuerzo para los africanos consistía en 340 gramos de gachas de maíz y un tazón de café negro”.

Sin embargo, “a los mestizos y a los indios se les daban 400 gramos, además de pan y café”, narró en una de las cartas al referirse a la discriminación del negro en cualquier ámbito en un Sudáfrica donde el color de la piel establecía los límites para ser tratado como ser humano o peor que un animal.

La vida de Mandela estuvo al servicio de su pueblo, fue padre fundador de una Sudáfrica unida y democrática, pero sus valores e influencia son universales, expresó el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, al rendir tributo a su memoria.

Dijo que las luchas y sacrificios de Mandela tocaron las vidas de millones y continuarán inspirando a generaciones futuras.

Por eso –agregó-, “cuando celebramos el centenario de su nacimiento y reflexionamos sobre su vida extraordinaria estamos obligados a reconocer que el principal rasgo de este hijo de la tierra africana fue su humanidad esencial”.

Por su parte la Unión Africana (UA) llamó a los pueblos del planeta a integrarse en pos del desarrollo común, durante los homenajes que el bloque regional promovió a propósito de la efeméride.

Símbolo de libertad y padre de la Sudáfrica libre, Mandela nació hace 100 años, pero su figura perdura a través de su legado, que se convirtió en eterno, subrayó el presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat.
Madiba era un patriarca, un conciliador que, sin rencor después de más de 27 años en la cárcel, miraba más hacia el futuro que hacia el pasado, apuntó Mahamat.

Durante la jornada se realizó una campaña consistente en dedicar 67 minutos para realizar una buena acción con aquellos más necesitados.

En Sudáfrica se entregaron donativos a escuelas, se adjudicaron viviendas a familias pobres y otras acciones de las cuales se sentiría orgulloso quien fuera el primer presidente negro de Sudáfrica.

“Si yo tuviera el tiempo en mis manos haría lo mismo otra vez. Lo mismo que haría cualquier hombre que se atreva a llamarse a sí mismo hombre”, afirmó alguna vez el también ganador en 1993 del Premio Nobel de la Paz.