Nicaragüenses rechazan actos violentos azuzados por la derecha y reclaman la paz
Varios espacios públicos fueron objeto en los últimos días de ataques, saqueos y agresiones por parte de los vándalos. El presidente Daniel Ortega insistió en el llamado a todos los sectores, independientemente del pensamiento político, ideología, condiciones económicas y credo religioso que se ostente y profese, a luchar por el restablecimiento de la paz.
Barrios, comercios, centros asistenciales y espacios públicos son defendidos en Nicaragua por los pobladores, quienes se organizaron en sus comunas y centros de trabajo ante los actos vandálicos perpetrados por grupos delincuenciales alentados por intereses políticos de la derecha.
Varios espacios públicos fueron objeto en los últimos días de ataques, saqueos y agresiones por parte de los vándalos, azuzados por determinados grupos de la oposición que buscan obtener rédito político mediante la inestabilidad, el desabastecimiento y la escasez de alimentos para la población.
Por su parte, el presidente Daniel Ortega anunció la revocación de la reforma al seguro social, que -dijo- sirvió de detonante para los hechos violentos que se registran en el país desde el pasado miércoles.
En una comparecencia en cadena nacional, Ortega dio a conocer ante el pueblo que el Consejo Directivo del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) decidió poner a un lado la resolución del 16 de abril, la cual estaba dirigida a darle sostenibilidad al organismo.
El jefe de Estado sostuvo que el INSS adoptó esa decisión con el fin de facilitar la discusión y el diálogo para restablecer la paz en el país.
También invitó a la Conferencia Episcopal de Nicaragua a sumarse al proceso de negociaciones y destacó el mensaje enviado al pueblo nicaragüense por el papa Francisco, quien llamó a evitar un derramamiento inútil de sangre en la nación centroamericana, y pidió que las cuestiones pendientes sean resueltas pacíficamente y con sentido de responsabilidad.
Ortega insistió en el llamado a todos los sectores, independientemente del pensamiento político, ideología, condiciones económicas y credo religioso que se ostente y profese, a luchar por el restablecimiento de la paz.