En materia de nutrición: la decisión que puedas tomar a la hora de elegir el menú del almuerzo y la cena, influyen directamente en tu salud.

Por supuesto que tienes la libertad de seleccionar dietas monótonas, altas en grasas y proteínas de origen animal, pero antes de hacerlo piensa seriamente en que este tipo de comidas promueven la aparición de enfermedades como el cáncer, las afecciones cardio y cerebrovasculares, y la obesidad.

Es por ello que te recomendamos tomarte un tiempo para readecuar tu estilo de vida y optar por una alimentación variada, baja en grasa y con alto contenido de fibras.

Existe evidencia científica donde se certifica que hay una relación entre una dieta equilibrada y la salud.

Por ello, resulta interesante conocer cuáles son los alimentos que proporcionan beneficios que van más allá de su valor nutritivo. Teniendo en cuenta que llevar un estilo de vida sedentario: puede ser mortal.

  ESTOS SON LOS ALIMENTOS QUE NECESITAS INCLUIR EN TU DIETA:

Para proteger la salud de tus ojos te ayudarán los alimentos que contienen aminoácidos omega-3, luteína, zinc y las vitaminas A, C y E.

Prueba con verduras de hoja verde como la ensalada, las espinacas y el repollo.

También son recomendable los huevos, cítricos, bayas, nueces y semillas, pescado graso como el salmón, el atún, la caballa y la trucha.

Los cereales y la levadura son excelentes para mejorar nuestra visión, ya que contienen vitamina B, misma que ayuda a prevenir la pérdida de visión.

Los cítricos también son aliados de la vista, pues tienen alto contenido en vitamina C, la cual es la encargada de fabricar el colágeno de los músculos de alrededor de nuestros ojos.

Los ambientes cargados de las oficinas se convierten en un hábitat perfecto para la propagación de bacterias y virus.
Por eso, no es de extrañar que una persona resfriada pueda contagiar fácilmente a todos a su alrededor.

Para que esto no suceda, incluye en tu dieta alimentos que fortalecen la inmunidad de tu cuerpo.

En este caso, las frutas cítricas, los pimientos rojos, el brócoli, ajo, jengibre, kiwi y las papayas te ayudarán a cuidarte de contraer algún tipo de virus.

Una de tus meriendas podría ser un yogur. Los probióticos contenidos en éste son bacterias saludables que ayudan a mantener el tracto intestinal libre de los gérmenes causantes de enfermedades.

También favorecen el aumento de ciertas células T. Al consumir una taza de 200 ml al día, incrementas tu inmunidad.

Del metabolismo depende la velocidad con la que quemas calorías,  la cual se calcula con una fórmula y depende de diversos factores, entre ellos la edad, el sexo, la genética y el estilo de vida.

Cuanto mejor funcione tu metabolismo, más calorías quemarás. Para los empleados de las oficinas que pasan la mayor parte de los días sentados, es especialmente importante cumplir este requisito.

Así que consumiendo algas marinas, café, té, especias como el jengibre, pimiento de cayena, cardamomo, legumbres y carne magras, mantendrás acelerado el metabolismo y, por tanto, tu peso ideal.

Recuerda que si comes poco tu metabolismo se vuelve lento porque se adapta a  quemar menos calorías al día.

Tu cerebro es la herramienta principal de todos los seres humanos, por lo que tu alimentación saludable no solo es importante para la salud física, sino también para la de uno de nuestros principales órganos.

Para que tu materia gris funcione bien y para ralentizar los cambios de edad, consume pescados grasos como el salmón, y la trucha, arándanos azules, nueces y semillas, alimentos ricos en fibra como la avena, pan integral, arroz integral, el zumo de granada y el chocolate negro.

El trabajo sedentario durante diez o más años aumenta dos veces el riesgo de tener cáncer de colon. Para prevenirlo, haz ejercicio regularmente y lleva una dieta sana, que incluya frutas como manzana y pera, verduras como la cebolla, el espárrago y el ajo; legumbres como guisantes, soja y lentejas,  trigo y derivados, centeno y cebada.

También consume frutos secos y lácteos que están presentes en la leche, quesos, helados y yogur.

Para estos casos se recomienda reducir el consumo de carne roja y carne procesada, pues aumentan el riesgo de padecer cáncer.