“Mi deseo no es involucrarme en política (…), pero con mucho sacrificio familiar vendría para liderar la lista a la asamblea constituyente”, dijo Correa en una entrevista con la Asociación de Radiodifusores del Ecuador, transmitida en vivo desde la provincia de Manabí (oeste).

Correa expresó su preocupación en un momento en que Lenín Moreno, llegado a la Presidencia del país como candidato del partido gobernante, Alianza País (AP), se distanció rápidamente de la anterior Administración tras asumir el cargo el 24 de mayo, con decisiones que han creado una profunda crisis interna.

Moreno es acusado por sus detractores de reunirse en mayo con Paul Manafort, antiguo director de campaña del presidente de EE.UU. involucrado en lavado de dinero y sospechoso de ser agente extranjero no registrado, entre otras cosas.

El exmandatario, que regresó el viernes pasado a Ecuador desde Bélgica, reiteró que el principal objetivo de su estancia fue tomar parte en la 7ma convención nacional de AP, convocada por una facción del partido y que tendrá lugar el 3 de diciembre en la ciudad noroccidental de Esmeraldas.

Tras asegurar que su regreso fue obligatorio, Correa criticó la situación actual, de la que estimó que los ecuatorianos no hubieran podido imaginarla ni en sus peores pesadillas.  

A juicio de Correa, la actuación de Moreno constituye “una traición que el pueblo sabrá castigar oportunamente”, y pronosticó que la población “va a empezar a pedir cuentas a este Gobierno”.