En una conferencia de prensa en la ciudad de Eilat, al sur de los territorios ocupados, el portavoz del ejército israelí, Ronen Manelis, dijo que no habrá una imagen clara de la victoria en la próxima guerra, si bien está claro que Nasrallah es un objetivo.

“Está claro que si muere, afectará a la campaña militar”, agregó.

Manelis admitió que el ejército israelí está involucrado en una guerra psicológica y mediática contra Hizbulah.

El ejército israelí está “activo” en el campo de “la transición de los medios tradicionales hacia las redes sociales”. Solo “en las últimas semanas hemos llevado a cabo muchas acciones que han causado consternación en la otra parte, (en referencia a Hezbolá)”, añadió.

Afirmó que el ejército israelí “realiza esfuerzos diarios, tanto abiertos como encubiertos, en un intento por hacer retroceder la próxima guerra”.

Asimismo, Manelis subrayó que la próxima guerra será “diferente” por las capacidades del ejército israelí y añadió que la posible futura guerra será mucho más difícil en El Líbano que en los territorios ocupados.

Estos comentarios se produjeron en medio de las crecientes amenazas israelíes de una nueva guerra contra El Líbano en los últimos meses.