Papa Francisco advierte del riesgo en construir trincheras en Europa
El Papa manifestó su deseo de una Europa en la cual las personas no sean cifras, los inmigrantes no sean sólo cupos y los trabajadores no sean sólo indicadores económicos.
El papa Francisco advirtió sobre el riesgo que puede producir la construcción de trincheras en Europa, donde pidió, además, que las personas no se vuelvan cifras en cuestiones tan sensibles como la inmigración y el trabajo.
El Pontífice participó en la jornada "Diálogo (re) Pensar Europa", organizado por la Comisión de los episcopados europeos (Comece) con el respaldo de la Secretaría de Estado Vaticana.
Preguntándose qué pueden hacer los cristianos para reestablecer un alma a Europa, el Papa describió su sueño de una Europa "desde el Atlántico a los montes Urales, desde el Polo Norte al Mar Mediterráneo”.
Hace unos días, el "ministro de Exteriores" vaticano, Paul Gallagher, había subrayado que "Diálogo (re) Pensar Europa" es una iniciativa valorada por el Papa en sentido promotor, mientras el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, explicó que el Pontífice lo quiso en particular después del Brexit y del surgimiento de tendencias disgregativas en Europa.
Una Europa que se capaz de ejercer la "solidaridad, esa palabra que tantas veces parece que se quiere sacar del diccionario”, es el deseo del Sumo Pontífice. También quiere una Europa que supere "nuestro invierno demográfico"; un continente, también, en el que políticos y empresarios creen políticas trabajo, de las cuales los jóvenes no resulten marginados.
Una Europa así, explicó, tiene necesariamente "una identidad relacional" y es "inclusiva". Esa Europa, por lo tanto, debe redescubrir el proyecto de los padres fundadores, otros protagonistas del discurso de hoy, junto con San Benedetto, el primero en Europa en considerar "la naturaleza comunitaria del ser humano".
El Papa, de ese modo, aseveró que los cristianos pueden contribuir a restituir "dignidad a la política" y practicar la convivencia, con la condición de que Europa renuncie a ese "pensamiento único tan difundido en los consensos internacionales" que quiere quitarle a las religiones un rol público, mientras incluso en Europa cristianos y musulmanes conviven y pueden dar vida a un proyecto de paz. Y la misma Europa nació como "un proyecto de paz", e incluso los cristianos pueden "ser alma de Europa”.
El Pontífice participó en la jornada "Diálogo (re) Pensar Europa", organizado por la Comisión de los episcopados europeos (Comece) con el respaldo de la Secretaría de Estado Vaticana.
Preguntándose qué pueden hacer los cristianos para reestablecer un alma a Europa, el Papa describió su sueño de una Europa "desde el Atlántico a los montes Urales, desde el Polo Norte al Mar Mediterráneo”.
Hace unos días, el "ministro de Exteriores" vaticano, Paul Gallagher, había subrayado que "Diálogo (re) Pensar Europa" es una iniciativa valorada por el Papa en sentido promotor, mientras el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, explicó que el Pontífice lo quiso en particular después del Brexit y del surgimiento de tendencias disgregativas en Europa.
Una Europa que se capaz de ejercer la "solidaridad, esa palabra que tantas veces parece que se quiere sacar del diccionario”, es el deseo del Sumo Pontífice. También quiere una Europa que supere "nuestro invierno demográfico"; un continente, también, en el que políticos y empresarios creen políticas trabajo, de las cuales los jóvenes no resulten marginados.
Una Europa así, explicó, tiene necesariamente "una identidad relacional" y es "inclusiva". Esa Europa, por lo tanto, debe redescubrir el proyecto de los padres fundadores, otros protagonistas del discurso de hoy, junto con San Benedetto, el primero en Europa en considerar "la naturaleza comunitaria del ser humano".
El Papa, de ese modo, aseveró que los cristianos pueden contribuir a restituir "dignidad a la política" y practicar la convivencia, con la condición de que Europa renuncie a ese "pensamiento único tan difundido en los consensos internacionales" que quiere quitarle a las religiones un rol público, mientras incluso en Europa cristianos y musulmanes conviven y pueden dar vida a un proyecto de paz. Y la misma Europa nació como "un proyecto de paz", e incluso los cristianos pueden "ser alma de Europa”.