Al-Attiyah: Mercenarios de Blackwater se entrenaron en EAU para invadir Qatar
El ex primer ministro de Qatar, Abdulá bin Hamad Al-Attiyah, reveló a ABC que miles de mercenarios de la compañía norteamericana Blackwater –hoy rebautizada como Academi– se entrenaron en Emiratos Árabes Unidos (EAU) para invadir Qatar, pero los planes no recibieron finalmente el visto bueno de la Casa Blanca y fueron abandonados.

Según el ex funcionario qatarí, los planes de invasión comenzaron a prepararse incluso antes del anuncio del boicot económico contra Qatar por parte del bloque árabe formado por Arabia Saudita, Egipto, EAU y Bahrein.
Igualmente, trascendió que las autoridades de Abu Dabi contrataron también los servicios de la compañía norteamericana de seguridad para sus operaciones en la guerra de Yemen, como parte de su participación en la alianza militar dirigida por Riad para frenar la rebelión huti en aquel país.
Este verano, los mercenarios de Academi sufrieron varios reveses militares en Yemen y tuvieron que abandonar sus posiciones.
Fuentes oficiales qataríes declararon a ABC que el entrenamiento de los mercenarios se llevó a cabo en la base militar emiratí de Liwa, en el oeste del país. Se estima que Blackwater entrenó a unos 15 mil empleados, gran parte de ellos de nacionalidad colombiana.
Por su parte, ABC intentó contactar por varios medios esta semana con las oficinas centrales de la multinacional de seguridad en EE.UU., pero no obtuvo ninguna respuesta.
Blackwater decidió cambiar de nombre después de la aparición de numerosos reportajes en la prensa mundial sobre abusos contra la población civil por parte de sus empleados –por lo general exmilitares–, en particular durante sus operaciones en la guerra de Irak. Su fundador y consejero delegado, Erik Prince, está vinculado a la Casa Blanca por su relación personal con exasesores del presidente, además de que es hermano de la ministra de Educación de Donald Trump, Betsy DeVos.
Un amplio reportaje de The New York Times publicado en mayo de 2011 relató con detalle el inicio de los contactos empresariales del jefe de Blackwater, Erik Prince, con la corona emiratí. Los servicios de la multinacional de militares de fortuna fueron contratados de modo indefinido, tanto para tareas de seguridad dentro de Emiratos como para sus operaciones en el exterior.
¿Qué tiene Abu Dabi contra Doha para decretar un bloqueo y además preparar una acción militar?
A juicio de Al-Attiyah, las razones del boicot siguen siendo un misterio. Pero la rivalidad comercial y política –también en el patrocinio del deporte– entre las dos pequeñas y riquísimas naciones del Golfo no son ningún misterio para los analistas de la región pese a los muchos puntos que tienen en común: ambas son más liberales que Arabia Saudita, son musulmanes sunitas, y tienen una alianza con Estados Unidos.
Uno de los corresponsales más reconocidos en el área, Robert Fisk, escribió este verano que en cierta ocasión preguntó al anterior emir de Qatar, Hamad bin Kalifa, "¿Por qué no expulsaban a los norteamericanos del país?" El monarca no dudó en la respuesta: "Porque en el momento en que lo haga, mis hermanos árabes me invadirán.
Igualmente, trascendió que las autoridades de Abu Dabi contrataron también los servicios de la compañía norteamericana de seguridad para sus operaciones en la guerra de Yemen, como parte de su participación en la alianza militar dirigida por Riad para frenar la rebelión huti en aquel país.
Este verano, los mercenarios de Academi sufrieron varios reveses militares en Yemen y tuvieron que abandonar sus posiciones.
Fuentes oficiales qataríes declararon a ABC que el entrenamiento de los mercenarios se llevó a cabo en la base militar emiratí de Liwa, en el oeste del país. Se estima que Blackwater entrenó a unos 15 mil empleados, gran parte de ellos de nacionalidad colombiana.
Por su parte, ABC intentó contactar por varios medios esta semana con las oficinas centrales de la multinacional de seguridad en EE.UU., pero no obtuvo ninguna respuesta.
Blackwater decidió cambiar de nombre después de la aparición de numerosos reportajes en la prensa mundial sobre abusos contra la población civil por parte de sus empleados –por lo general exmilitares–, en particular durante sus operaciones en la guerra de Irak. Su fundador y consejero delegado, Erik Prince, está vinculado a la Casa Blanca por su relación personal con exasesores del presidente, además de que es hermano de la ministra de Educación de Donald Trump, Betsy DeVos.
Un amplio reportaje de The New York Times publicado en mayo de 2011 relató con detalle el inicio de los contactos empresariales del jefe de Blackwater, Erik Prince, con la corona emiratí. Los servicios de la multinacional de militares de fortuna fueron contratados de modo indefinido, tanto para tareas de seguridad dentro de Emiratos como para sus operaciones en el exterior.
¿Qué tiene Abu Dabi contra Doha para decretar un bloqueo y además preparar una acción militar?
A juicio de Al-Attiyah, las razones del boicot siguen siendo un misterio. Pero la rivalidad comercial y política –también en el patrocinio del deporte– entre las dos pequeñas y riquísimas naciones del Golfo no son ningún misterio para los analistas de la región pese a los muchos puntos que tienen en común: ambas son más liberales que Arabia Saudita, son musulmanes sunitas, y tienen una alianza con Estados Unidos.
Uno de los corresponsales más reconocidos en el área, Robert Fisk, escribió este verano que en cierta ocasión preguntó al anterior emir de Qatar, Hamad bin Kalifa, "¿Por qué no expulsaban a los norteamericanos del país?" El monarca no dudó en la respuesta: "Porque en el momento en que lo haga, mis hermanos árabes me invadirán.