Según Ismail Ould Cheikh Ahmed, enviado especial de la ONU para Yemen, la muerte amenaza a los yemenitas por aire, tierra y mar.

Señaló que las enfermedades y las epidemias están en niveles sin precedentes en Yemen.

"Los que sobrevivieron al cólera seguirán sufriendo las consecuencias del cólera político que infecta a Yemen y continúa obstruyendo el camino hacia la paz, agregó.

Precisó que si bien la comunidad internacional está unida en su apoyo a una solución pacífica, algunas partes en el conflicto aprovechan las divisiones internas y se centran en los intereses personales.

"Lo que falta en este momento es que las partes en el conflicto, sin demoras, excusas o dilaciones, demuestren su intención de poner fin a la guerra y poner el interés nacional por encima de los logros personales", dijo el enviado de la ONU.

Agregó que todos los días sin acción seria significan más destrucción y muerte, así como la propagación de grupos terroristas -como la Al Qaeda- y la migración incontrolada a través del Golfo de Adén hacia Yemen, donde más de 41 inmigrantes murieron a principios de agosto después de ser obligados a abandonar sus barcos y saltar.

Por su parte, Stephen O Brien, Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro,  instó a la comunidad internacional a garantizar que todos los puertos estén abiertos a los civiles, incluido el tráfico comercial.

Exhortó a los gobiernos y las personas con influencia a que influyan en los partidos de lucha para que respeten la legislación internacional humanitaria y de derechos humanos y fortalezcan la rendición de cuentas.