La derecha israelí y la judaización de Jerusalén
Continúan los esfuerzos israelíes para judaizar a Jerusalén ocupada, dicho y hecho, y así como se observa los partidos de derecha compiten entre sí para presentar proyectos de ley que garanticen el férreo control israelí sobre la ciudad.
La derecha israelí se
aprovecha de cualquier medio disponible con el fin de judaizar Jerusalén. El
intento de captar los voto de los electores de la derecha, impulsó a los
partidos de la derecha, en especial el Likud y Casa Judía, a trabajar para
presentar proyectos de leyes al por mayor, con el fin de imponer un control
israelí mayor sobre Jerusalén.
Después de que el presidente de Casa Judía, Naftali Bennett, presentó una propuesta de ley para cambiar la ley básica de Jerusalén, que no permite cualquier consulta a la opinión pública israelí sobre la división de Jerusalén, y requiere de la aprobación de ochenta miembros de la Knesset para tomar cualquier decisión que permita la retirada de la parte oriental de Jerusalén ocupada; en ese momento el Likud entró en el bazar, compitiendo con una iniciativa propia: el proyecto de ley de la Gran Jerusalén.
El proyecto del Likud prevé adoptar una circunvalación para anexar los asentamientos a Israel, por consiguiente, propone anexarlos a Jerusalén, observadores señalaron que el proyecto de ley Gran Jerusalén, convertirá a Jerusalén en una gran ciudad y anexaría a su entorno municipal a ciento cincuenta mil colonos que viven en cinco asentamientos en Cisjordania, los cuales son Ma'ale Adumim, Guiv'at Ze'ev, Gush Etzion, Efrat y Beitar Illit y según las disposiciones de la ley, los colonos que ahí residen pueden participar en las elecciones de la alcaldía de Jerusalén a cambio de elevar el status de esos cinco asentamientos judíos; este proyecto de ley perjudica a más de cien mil palestinos que habitan en Jerusalén Oriental.
Se puede afirmar que quienes preparan el proyecto de ley, están conscientes de que esto permitirá formar una mayoría judía sólida en Jerusalén ocupada y haría que fuese imposible dividirla en cualquier arreglo que se proponga en el futuro.
Después de que el presidente de Casa Judía, Naftali Bennett, presentó una propuesta de ley para cambiar la ley básica de Jerusalén, que no permite cualquier consulta a la opinión pública israelí sobre la división de Jerusalén, y requiere de la aprobación de ochenta miembros de la Knesset para tomar cualquier decisión que permita la retirada de la parte oriental de Jerusalén ocupada; en ese momento el Likud entró en el bazar, compitiendo con una iniciativa propia: el proyecto de ley de la Gran Jerusalén.
El proyecto del Likud prevé adoptar una circunvalación para anexar los asentamientos a Israel, por consiguiente, propone anexarlos a Jerusalén, observadores señalaron que el proyecto de ley Gran Jerusalén, convertirá a Jerusalén en una gran ciudad y anexaría a su entorno municipal a ciento cincuenta mil colonos que viven en cinco asentamientos en Cisjordania, los cuales son Ma'ale Adumim, Guiv'at Ze'ev, Gush Etzion, Efrat y Beitar Illit y según las disposiciones de la ley, los colonos que ahí residen pueden participar en las elecciones de la alcaldía de Jerusalén a cambio de elevar el status de esos cinco asentamientos judíos; este proyecto de ley perjudica a más de cien mil palestinos que habitan en Jerusalén Oriental.
Se puede afirmar que quienes preparan el proyecto de ley, están conscientes de que esto permitirá formar una mayoría judía sólida en Jerusalén ocupada y haría que fuese imposible dividirla en cualquier arreglo que se proponga en el futuro.