El informe destaca que los estragos de la guerra de más de tres años han degradado además las condiciones de vida de los 20 millones de menores de edad en ese país árabe.

Más de 4 mil 650 niños iraquíes —algunos de tan solo tres años— han sido separados de sus familias cuando escapaban de la violencia causada por el grupo terrorista Daesh, y ahora corren riesgo de “ser explotados o sufrir abusos”, alerta Unicef.

Agregó que 800 mil niños han perdido a alguno de sus progenitores y muchos de ellos se convirtieron en escudos humanos, entrenados para matar o obligados a casarse con el mejor postor.

La agencia de ONU señaló que de un total de mil 75 menores perdieron la vida y otros mil 130 resultaron heridos en la violencia registrada entre enero de 2014 y mayo de 2017 en distintas zonas del país. Unicef teme que esta cifra podría ser aun mayor.

En cuanto a la educación de los niños iraquíes, Unicef dice que 138 escuelas han sufrido daños significativos como consecuencia de la guerra. Añade que más de un millón de iraquíes en edad escolar no acude al colegio y la mitad de los centros educativos necesitan ser reparados de manera urgente.

“Proporcionar escuelas, agua y servicios sanitarios será clave para que los menores y sus familias regresen a casa. Si no, no solo nos arriesgamos a tener una generación perdida sino a reducir las oportunidades de construir cimientos sólidos para la coexistencia, la tolerancia y la paz en el futuro”, recalca la Unicef.