Autoridades turcas rechazan decisión de EE.UU. de armar a los kurdos
El primer ministro turco, Binali Yildirim, dijo que Estados Unidos afirmó que los combatientes kurdos no permanecerán en la provincia siria de Raqqa después de su liberación del grupo terrorista Daesh.

Según medios de prensa, Yildirim reveló que Washington había ofrecido garantías a Turquía y confirmó que la estructura demográfica en Raqqa no va a cambiar después de su liberación, y reiteró el rechazo de su país a la decisión de Estados Unidos de armar a los kurdos.
Por su parte, un informe publicado por el diario independiente Rai Al-Yaoum, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, percibió que seis años después de que su país alentó más que nadie la destrucción de Siria mediante la promoción del conflicto en el país árabe y el apoyo a los grupos terroristas, tal esfuerzo solo ha transmitido inseguridad, la desaceleración de la economía nacional y desconfianza de los vecinos de Turquía.
Sumando a ello, declara el informe, ahora Erdogan se enfrenta a una dura realidad: Estados Unidos ha decidido armar a los kurdos sirios, bajo el alegato de luchar contra el grupo terrorista Daesh.
Erdogan se siente, pues, frustrado, decepcionado y, sobre todo, traicionado por EE.UU. que ha escogido claramente a los kurdos en vez de Turquía, miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), señala el periódico.
Con sus apoyos, explica la publicación, EE.UU. y sus socios occidentales buscan provocar el desmembramiento de los países del Medio Oriente, tras los acuerdos de Syke-Picot de 1920, y dividir la región para tratar de asegurar la hegemonía del régimen sionista.
Según opiniones de expertos, Erdogan no sólo no ha logrado su sueño de resucitar el imperio Otomano, intento que sus vecinos árabes rechazan y condenan, sino que se va a encontrar quizás con lo que más temía, la aparición de un Estado kurdo en las fronteras turcas, tanto en Siria como quizás en Irak, donde los kurdos quieren organizar un referéndum de autodeterminación.
Por su parte, un informe publicado por el diario independiente Rai Al-Yaoum, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, percibió que seis años después de que su país alentó más que nadie la destrucción de Siria mediante la promoción del conflicto en el país árabe y el apoyo a los grupos terroristas, tal esfuerzo solo ha transmitido inseguridad, la desaceleración de la economía nacional y desconfianza de los vecinos de Turquía.
Sumando a ello, declara el informe, ahora Erdogan se enfrenta a una dura realidad: Estados Unidos ha decidido armar a los kurdos sirios, bajo el alegato de luchar contra el grupo terrorista Daesh.
Erdogan se siente, pues, frustrado, decepcionado y, sobre todo, traicionado por EE.UU. que ha escogido claramente a los kurdos en vez de Turquía, miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), señala el periódico.
Con sus apoyos, explica la publicación, EE.UU. y sus socios occidentales buscan provocar el desmembramiento de los países del Medio Oriente, tras los acuerdos de Syke-Picot de 1920, y dividir la región para tratar de asegurar la hegemonía del régimen sionista.
Según opiniones de expertos, Erdogan no sólo no ha logrado su sueño de resucitar el imperio Otomano, intento que sus vecinos árabes rechazan y condenan, sino que se va a encontrar quizás con lo que más temía, la aparición de un Estado kurdo en las fronteras turcas, tanto en Siria como quizás en Irak, donde los kurdos quieren organizar un referéndum de autodeterminación.