Al Sisi se reúne con el rey Salman en Riad
El presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi y el rey saudita, Salman Bin Abdul Aziz, se reúnen en Riad y examinan fortalecer las relaciones entre los dos países después de un período de tensión. En la agenda examinan problemas regionales, incluyendo la lucha contra el terrorismo.

El monarca saudita dio la bienvenida a Al-Sisi desde su mismo desembarco en el aeropuerto, una práctica nada común para el rey Salman y que está reservada exclusivamente a las personalidades más cercanas a la dirigencia de Riad. Le siguió un almuerzo oficial entre las dos delegaciones.
En el marco del encuentro oficial, los dos líderes hablaron largamente de las relaciones entre ambas naciones, así como de asuntos de cooperación bilateral.
Según reportes de prensa, fue inevitable aludir a las principales cuestiones regionales que quedan totalmente por resolver, como son el caso de la guerra en Siria y la lucha contra el terrorismo.
Los dos dirigentes ya se habían reunido el mes pasado, al margen de una cumbre de la Liga Árabe en Jordania, en un intento por aliviar las tensiones que se sucedieron tras la controvertida cesión de las islas de El Cairo a Riad.
La actual visita debiera favorecer un desbloqueo de los acuerdos (24 en total) suscritos por los dos gobiernos en abril del año pasado, durante una visita del rey Salman a Egipto. Se trata de inversiones por un valor de 25 millardos de dólares, a desarrollar en el área del Canal de Suez, sobre la costa norte de Egipto y en las localidades turísticas de Sharm el Sheikh y Hurghada, de cara al Mar Rojo. Las divisiones de los últimos meses, en efecto, habían “congelado” los acuerdos.
En tanto, el gigante saudita del petróleo Aramco retomó el abastecimiento de crudo a Egipto, que había sido suspendido en octubre pasado, cuando se atravesaba el momento quizás más crítico en las relaciones entre Egipto y Arabia Saudita. Lo que produjo la escalada de tensión fue el voto favorable pronunciado por Egipto en la sede del Consejo de seguridad de la ONU, ante una resolución de Rusia acerca de Siria y contra la cual se había manifestado la dirigencia de Riad.
A juicio de expertos, el conflicto sirio tal vez siga siendo la cuestión más controvertida en lo que respecta a las relaciones y equilibrios de la región medio-oriental.
Moscú es, junto a Teherán, el aliado más fiel del presidente Bashar al-Assad, mientras que Riad apoya –incluso a nivel económico y militar- la lucha armada contra el gobierno de Damasco. Entre esos grupos extremistas, hay algunos que se benefician del sostén –más o menos directo- de los sauditas.
En el marco del encuentro oficial, los dos líderes hablaron largamente de las relaciones entre ambas naciones, así como de asuntos de cooperación bilateral.
Según reportes de prensa, fue inevitable aludir a las principales cuestiones regionales que quedan totalmente por resolver, como son el caso de la guerra en Siria y la lucha contra el terrorismo.
Los dos dirigentes ya se habían reunido el mes pasado, al margen de una cumbre de la Liga Árabe en Jordania, en un intento por aliviar las tensiones que se sucedieron tras la controvertida cesión de las islas de El Cairo a Riad.
La actual visita debiera favorecer un desbloqueo de los acuerdos (24 en total) suscritos por los dos gobiernos en abril del año pasado, durante una visita del rey Salman a Egipto. Se trata de inversiones por un valor de 25 millardos de dólares, a desarrollar en el área del Canal de Suez, sobre la costa norte de Egipto y en las localidades turísticas de Sharm el Sheikh y Hurghada, de cara al Mar Rojo. Las divisiones de los últimos meses, en efecto, habían “congelado” los acuerdos.
En tanto, el gigante saudita del petróleo Aramco retomó el abastecimiento de crudo a Egipto, que había sido suspendido en octubre pasado, cuando se atravesaba el momento quizás más crítico en las relaciones entre Egipto y Arabia Saudita. Lo que produjo la escalada de tensión fue el voto favorable pronunciado por Egipto en la sede del Consejo de seguridad de la ONU, ante una resolución de Rusia acerca de Siria y contra la cual se había manifestado la dirigencia de Riad.
A juicio de expertos, el conflicto sirio tal vez siga siendo la cuestión más controvertida en lo que respecta a las relaciones y equilibrios de la región medio-oriental.
Moscú es, junto a Teherán, el aliado más fiel del presidente Bashar al-Assad, mientras que Riad apoya –incluso a nivel económico y militar- la lucha armada contra el gobierno de Damasco. Entre esos grupos extremistas, hay algunos que se benefician del sostén –más o menos directo- de los sauditas.