La fuente añadió que las conversaciones entre el canciller ruso y su homologo estadounidense serán largas y dilatadas, de varias sesiones, con intervalos de descanso, pero no habrá encuentro con el presidente Vladimir Putin.

Según otros medios de prensa, la visita de Rex Tillerson a Moscú será una primera prueba de si la administración Trump puede utilizar cualquier impulso generado por un ataque con misiles en una base aérea de Siria para elaborar y ejecutar una estrategia para poner fin a la guerra de Siria.

Algunos analistas consideran que Tillerson, ex ejecutivo petrolero sin experiencia diplomática, se encargará de evitar una gran confrontación entre Estados Unidos y Rusia. 

Estiman que la situación de las armas químicas en Siria será en el tema central de las conversaciones y presuponen que ello pueda constituir un elemento de presión para obligar a Al Assad a negociar el futuro de Siria.

El Kremlin dijo el lunes que Tillerson no tenía previsto reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin durante su visita, una medida que apunta al elevado clima de tensiones.


Durante la visita de trabajo de Tillerson a esta urbe, la primera en calidad de jefe de la diplomacia estadounidense, analizará, además, el diferendo palestino-israelí, la situación en Iraq y el control de armamentos.


Rusia, junto con Irán, es el principal apoyo de Al Assad, y su intervención en la guerra de Siria ha sido crucial para asegurar su control del poder. 

Tillerson declaró que no había visto evidencia sólida de que Rusia sabía de antemano sobre el ataque con armas químicas, en el que murieron al menos 70 personas, pero que planea instar a Moscú a reconsiderar su apoyo a Al Assad.  

Agregó el secretario de Estado que Rusia fracasó en su presunta responsabilidad para eliminar las armas químicas de Siria en virtud de un acuerdo de 2013, lo que -a su juicio- sugiere que Rusia es cómplice de los ataques con gas o es simplemente incompetente.


Según Evelyn Farkas, ex funcionaria de la administración Obama, asegurar el compromiso de Rusia en la eliminación de las presuntas armas químicas en poder de Al Assad es probable que sea la primera tarea en la agenda de Tillerson.


Una nota de la Cancillería rusa expresa esperanza en poder hallar soluciones para eliminar acciones incómodas para los nexos bilaterales. 

Ello incluye el arresto de rusos en terceras naciones por fuerzas estadounidenses, violación en el país norteño de los derechos de los niños rusos adoptados o la creación de obstáculos artificiales para el trabajo legalmente establecido de nuestros diplomáticos, apunta el documento.

Esperamos que la visita de Tillerson ayude a llevar las relaciones bilaterales a una trayectoria de desarrollo positiva y permanente, subraya.

Previamente, Tillerson expresó a las autoridades rusa que "la acción contra la base aérea siria fue una respuesta directa a la brutalidad del gobierno de Al Assad y que es un tema de seguridad nacional para Estados Unidos.

Asimismo, expresó que espera que Rusia sea aliada de Estados Unidos y de sus seguidores. "Rusia debe escoger entre nosotros o Al Assad, Irán y Hizbulah", dijo, y no parte de A