Seguridad rusa desarticula banda criminal dedicada al tráfico ilegal de armamentos
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) desarticuló una organización criminal dedicada a la venta ilegal de armamentos y a la transformación de armas deportivas en varias regiones de Rusia.

Según FSB, tras los arrestos de los implicados fueron requisadas tres ametralladoras de 22 milímetros, de las empleadas por la aviación de combate, 56 armas de fuego, 15 kilogramos de explosivos, 10 granadas e igual número de detonadores.
También fueron halladas dos minas y tres mil 700 proyectiles y 68 armas blancas.
El comunicado precisó que el grupo poseía cuatro talleres para transformar equipos deportivos en verdaderas armas de fuego y para la preparación de municiones. Los integrantes del grupo operaban en las provincias de Kaluga, Briansk y la provincia de Moscú.
De acuerdo con investigaciones precedentes, en enero pasado, el vicejefe del Comité Nacional Antiterrorista (NAK), Igor Kuliaguin, señaló que en 2016 fueron eliminados 140 terroristas y 24 cabecillas, mientras 900 sospechosos de terrorismo o cómplices fueron detenidos.
Además, se coordinaron acciones para destruir 50 laboratorios de producción de bombas caseras, se desactivaron 199 explosivos y se requisaron tres mil minas y 10 mil balas, mientras se abortaron 40 atentados.
A juicio de las autoridades del NAK, las principales fuentes financieras de los terroristas provienen de delitos criminales, narcotráfico y otros. El dinero por lo general se mueve mediante tarjetas de créditos, muchas veces de forma dirigida.
Por su parte, las autoridades rusas congelaron unas dos mil cuentas sospechosas, mientras 86 personas fueron arrestadas cuando intentaban trasladarse a Siria para unirse a las filas de formaciones terroristas como Daesh.
También fueron halladas dos minas y tres mil 700 proyectiles y 68 armas blancas.
El comunicado precisó que el grupo poseía cuatro talleres para transformar equipos deportivos en verdaderas armas de fuego y para la preparación de municiones. Los integrantes del grupo operaban en las provincias de Kaluga, Briansk y la provincia de Moscú.
De acuerdo con investigaciones precedentes, en enero pasado, el vicejefe del Comité Nacional Antiterrorista (NAK), Igor Kuliaguin, señaló que en 2016 fueron eliminados 140 terroristas y 24 cabecillas, mientras 900 sospechosos de terrorismo o cómplices fueron detenidos.
Además, se coordinaron acciones para destruir 50 laboratorios de producción de bombas caseras, se desactivaron 199 explosivos y se requisaron tres mil minas y 10 mil balas, mientras se abortaron 40 atentados.
A juicio de las autoridades del NAK, las principales fuentes financieras de los terroristas provienen de delitos criminales, narcotráfico y otros. El dinero por lo general se mueve mediante tarjetas de créditos, muchas veces de forma dirigida.
Por su parte, las autoridades rusas congelaron unas dos mil cuentas sospechosas, mientras 86 personas fueron arrestadas cuando intentaban trasladarse a Siria para unirse a las filas de formaciones terroristas como Daesh.