Según declaraciones del senador de Florida Bill Nelson, el atacante se llama Esteban Santiago y portaba una identificación militar. Llegó al aeropuerto en un vuelo procedente de Canadá y portaba un arma en su equipaje. Entró al baño a cargarla y salió a disparar.

Un testigo afirmó que el tirador abrió fuego contra pasajeros que estaban esperando a recoger sus maletas. El atacante quedó a disposición de agentes del FBI.

Durante el tiroteo, cientos de pasajeros fueron evacuados a las pistas. Imágenes de televisión mostraron a los paramédicos transportando a uno de los heridos, que iba en camilla sangrando.

Dos horas después del tiroteo, con el responsable arrestado, corrió el rumor de que había otro tiroteo en el aparcamiento de la terminal 2, lo que provocó una nueva fase de tensión. El sheriff del condado desmintió ese extremo en una rueda de prensa.

El presidente electo Donald Trump escribió en Twitter: "Monitoreando el terrible suceso de Florida. Acabo de hablar con el Gobernador Scott. Nuestros pensamientos y plegarias están con ellos". En la misma red social el exsecretario de prensa de la Casa Blanca Ari Fleischer, que estaba allí, alertó: "Estoy en el aeropuerto de Fort Lauderdale. Acaban de disparar. Está todo el mundo corriendo".

Por el momento, el Aeropuerto Internacional Fort Lauderdale-Hollywood canceló operaciones hasta nuevo aviso.