Ejército libanés ataca posiciones terroristas cerca de frontera siria
El Ejército libanés atacó posiciones de extremistas armados que intentaron infiltrarse en la localidad de Arsal limítrofe con Siria, justo cuando en el país se registra una ofensiva judicial contra varios sospechosos de terrorismo.
La artillería de las Fuerzas Armadas abrió fuego contra un área de la periferia de Arsal, donde se detectaron movimientos sospechosos de fundamentalistas sunitas que suelen atrincherarse en las montañas de la porosa frontera entre El Líbano y Siria.
Hasta el momento se desconoce si hubo víctimas en ese ataque, ocurrido días después de que el juez de instrucción militar Fadi Sawwan emitiera acusaciones contra cinco ciudadanos sirios por supuestamente pertenecer a la organización terrorista Daesh.
El letrado imputó a dos de los acusados -uno de ellos fugitivo- los delitos de financiación de Daesh, mediante dinero recibido por giro bancario desde varios países europeos que debían trasladar en efectivo a la banda extremista en Siria.
Los otros implicados son tres hermanos que serán procesados por unirse a Daesh con el propósito de llevar a cabo actos terroristas en Arsal, así como participar en el ataque que esa organización realizó conjuntamente con el entonces Frente al-Nusra a dicha aldea el 2 de agosto de 2014.
Además les imputan cargos por asesinato de 19 soldados y policías e intento de asesinato de otros uniformados que enfrentaron aquel asalto.
El miércoles pasado, el comisionado del gobierno ante la Corte Militar, juez Saqr Saqr, también incriminó a 11 individuos por pertenecer a las Brigadas de Abdullah Azzam, una banda de ideología salafista, considerada terrorista.
Igualmente los implicados deberán responder ante la justicia militar por proveer dinero, explosivos y armas a ese grupo radical sunnita.
El Ejército también arrestó el jueves a un libanés dueño de una tienda de venta de aluminio en la norteña ciudad de Trípoli y a otros cómplices por esconder armas ligeras y medianas con municiones, granadas propulsadas por cohetes, herramientas de comunicación, ropa militar y equipos de artillería.
Hasta el momento se desconoce si hubo víctimas en ese ataque, ocurrido días después de que el juez de instrucción militar Fadi Sawwan emitiera acusaciones contra cinco ciudadanos sirios por supuestamente pertenecer a la organización terrorista Daesh.
El letrado imputó a dos de los acusados -uno de ellos fugitivo- los delitos de financiación de Daesh, mediante dinero recibido por giro bancario desde varios países europeos que debían trasladar en efectivo a la banda extremista en Siria.
Los otros implicados son tres hermanos que serán procesados por unirse a Daesh con el propósito de llevar a cabo actos terroristas en Arsal, así como participar en el ataque que esa organización realizó conjuntamente con el entonces Frente al-Nusra a dicha aldea el 2 de agosto de 2014.
Además les imputan cargos por asesinato de 19 soldados y policías e intento de asesinato de otros uniformados que enfrentaron aquel asalto.
El miércoles pasado, el comisionado del gobierno ante la Corte Militar, juez Saqr Saqr, también incriminó a 11 individuos por pertenecer a las Brigadas de Abdullah Azzam, una banda de ideología salafista, considerada terrorista.
Igualmente los implicados deberán responder ante la justicia militar por proveer dinero, explosivos y armas a ese grupo radical sunnita.
El Ejército también arrestó el jueves a un libanés dueño de una tienda de venta de aluminio en la norteña ciudad de Trípoli y a otros cómplices por esconder armas ligeras y medianas con municiones, granadas propulsadas por cohetes, herramientas de comunicación, ropa militar y equipos de artillería.