La nueva iniciativa del enviado internacional a Yemen
No parece que la nueva iniciativa del enviado internacional a Yemen, Ismail Ould Shaikh Ahmed, pudiera pasar sin reservas por parte de las facciones en conflicto en Yemen; la palabra que se impone en cuanto a las negociaciones se limita al proceso que tiene lugar sobre el terreno.

El
enviado de la ONU a Yemen, Ismail Ould Shaikh Ahmed promueve su nueva
iniciativa calificándola de solución global y completa, el uso de este término
implica, que espera que sea aceptada por todas las partes.
Para comenzar se señala que las respuestas de la delegación de Sanaa o la delegación de Riad contrarían esa expectativa; la síntesis de las declaraciones del ministro de Exteriores yemení Abdel Malik al Mikhlafi indican que rechaza de manera categórica cualquier intento que permita la permanencia de las milicias y su armamento sobre cualquier extensión de territorio yemení, sobre la base de que esto sería rechazado por el pueblo yemení; por otro lado, se puede percibir la existencia de reservas fundamentales en cuanto a la iniciativa por parte de Sanaa; la permanencia de Hadi como presidente ya no es aceptable hoy, como lo fue durante las recientes negociaciones inter-yemeníes en Kuwait; se presenta también el tema de las garantías para cumplir el acuerdo en medio de las reservas de los representantes de la delegación de Sanaa, por tal motivo detener la guerra y levantar el bloqueo antes de dirigirse a las negociaciones, sería lo primero y lo más importante para la delegación.
La iniciativa de Ould Shaikh Ahmed parece aceptable para los sauditas ya que la permanencia de Hadi aunque sea sin poderes, es una salida adecuada para el reino y justifica los objetivos declarados de la guerra contra el Yemen desde el principio o sea la defensa de la legitimidad dese la perspectiva del reino; además la posición de Arabia Saudita que se encuentra debilitada a nivel internacional después de la masacre del Gran Salón en Sanaa y la aprobación de la ley de Justicia contra los Patrocinadores del Terrorismo (JASTA por sus siglas en ingles) en los Estados Unidos, impulsa a Arabia Saudita a aceptar la iniciativa para resolver lo relacionado con la guerra en Yemen.
Todo lo mencionado anteriormente se coloca en un plato de la balanza y la situación sobre el terreno en la otro; los misiles yemeníes continúan impactando contra el interior saudí a un ritmo constante y a distancias cada vez mayores; dese hace meses la coalición retrocede sobre el terreno, desde la frontera saudí-yemení, hasta llegar más allá de estas fronteras en las provincias saudíes de Jizan y Najran, incapaz de lograr ningún avance contra el ejército y los Comités Populares en los lados de Sa´ada, Midi y los lados de Harad en Hajah.
La guerra en Yemen se encuentra en el umbral de una nueva solución; pero las crónicas de las iniciativas anteriores y los setenta y tres días de conversaciones en Kuwait, precisan de precaución antes de afirmar que se ha llegado a un pronto acuerdo, aunque las condiciones sobre el terreno y las condiciones políticas que lo hacen factible, aumenten significativamente.
Para comenzar se señala que las respuestas de la delegación de Sanaa o la delegación de Riad contrarían esa expectativa; la síntesis de las declaraciones del ministro de Exteriores yemení Abdel Malik al Mikhlafi indican que rechaza de manera categórica cualquier intento que permita la permanencia de las milicias y su armamento sobre cualquier extensión de territorio yemení, sobre la base de que esto sería rechazado por el pueblo yemení; por otro lado, se puede percibir la existencia de reservas fundamentales en cuanto a la iniciativa por parte de Sanaa; la permanencia de Hadi como presidente ya no es aceptable hoy, como lo fue durante las recientes negociaciones inter-yemeníes en Kuwait; se presenta también el tema de las garantías para cumplir el acuerdo en medio de las reservas de los representantes de la delegación de Sanaa, por tal motivo detener la guerra y levantar el bloqueo antes de dirigirse a las negociaciones, sería lo primero y lo más importante para la delegación.
La iniciativa de Ould Shaikh Ahmed parece aceptable para los sauditas ya que la permanencia de Hadi aunque sea sin poderes, es una salida adecuada para el reino y justifica los objetivos declarados de la guerra contra el Yemen desde el principio o sea la defensa de la legitimidad dese la perspectiva del reino; además la posición de Arabia Saudita que se encuentra debilitada a nivel internacional después de la masacre del Gran Salón en Sanaa y la aprobación de la ley de Justicia contra los Patrocinadores del Terrorismo (JASTA por sus siglas en ingles) en los Estados Unidos, impulsa a Arabia Saudita a aceptar la iniciativa para resolver lo relacionado con la guerra en Yemen.
Todo lo mencionado anteriormente se coloca en un plato de la balanza y la situación sobre el terreno en la otro; los misiles yemeníes continúan impactando contra el interior saudí a un ritmo constante y a distancias cada vez mayores; dese hace meses la coalición retrocede sobre el terreno, desde la frontera saudí-yemení, hasta llegar más allá de estas fronteras en las provincias saudíes de Jizan y Najran, incapaz de lograr ningún avance contra el ejército y los Comités Populares en los lados de Sa´ada, Midi y los lados de Harad en Hajah.
La guerra en Yemen se encuentra en el umbral de una nueva solución; pero las crónicas de las iniciativas anteriores y los setenta y tres días de conversaciones en Kuwait, precisan de precaución antes de afirmar que se ha llegado a un pronto acuerdo, aunque las condiciones sobre el terreno y las condiciones políticas que lo hacen factible, aumenten significativamente.