Titulado Michael Moore in TrumpLand (Trumpalandia), la cinta de 73 minutos necesitó sólo dos días de rodaje a principios de octubre, en la ciudad de Wilmington (Ohio), predominantemente republicana.

Moore aprovechó las ambivalencias en la dirección de un teatro local, que se negó a presentar un espectáculo humorístico porque era demasiado polémico, para crear un monólogo que en la película se presenta ante un público de republicanos y demócratas.

Desde su sinopsis, el filme advierte que los republicanos de Ohio intentaron censurarla y caracteriza a Wilmington como un territorio hostil para el cineasta y su show individual atrevido e hilarante.

En declaraciones a la revista especializada Rolling Stones a propósito de la nueva película, Moore se enfocó en el votante como la figura que puede poner a Donald Trump en el puesto de presidente de los Estados Unidos.

El realizador calificó al concurrente como un terrorista legal, pues tiene la posibilidad de explosionar el sistema legítimamente el 8 de noviembre con la sola elección del candidato republicano.

"Él (Trump) les dice a todos lo que hay que hacer (...) Él va a ir a la ciudad y va a hacer saltar por los aires las viejas formas. Como votante, podemos ser partícipes de esta explosión. Él va a tener una gran cantidad de votos de personas que sólo quieren sentarse y ver cómo explota todo", afirmó Moore.

Remarcó que Trump no es bueno y se necesita pararlo: "No podemos tener un sociópata en la Casa Blanca", subrayó.