Durante una conferencia de prensa en Bagdad, junto a su par sueco, Stefan Löfven, Al-Abadi rechazó cualquier injerencia en los asuntos internos de Irak, así como la violación de la soberanía nacional.

Aseguró que no permitirá que se cometan violaciones a los derechos humanos durante la ofensiva militar para liberar la ciudad de Mosul del control del grupo terrorista Daesh.

Sostuvo que con la ofensiva de Mosul, Irak está en las fases finales para que el país quede libre del terrorismo.

Por su parte, el premier sueco alabó los avances de las fuerzas iraquíes ante los terroristas y dijo que su Gobierno duplicará el número de asesores que tiene en Irak para respaldar a las tropas de ese país que participan en dicha operación.

A su vez, Turquía insiste en participar en la operación para liberar Mosul, a lo que el Gobierno de Bagdad no está dispuesto y, además, critica el despliegue militar turco en la región de Bashiqa.

Además, el Gobierno de Ankara ya advirtió que recurrirá a un plan B o C si rechazan su presencia en la ofensiva de Mosul, eso sí, sin especificar los detalles de dichos planes.