Según Serguei Rudskoi, jefe de la Dirección General de Operaciones del Estado Mayor ruso, ello permitirá que los vehículos que transportan ayuda humanitaria puedan entrar en los barrios del este de Alepo, siempre y cuando no sean atacados por los extremistas.

Desde septiembre pasado, las fuerzas sirias han asediado a los grupos terroristas e insurgentes en el este de Alepo. En la actualidad, se desarrollan operaciones diarias desde ambos flancos norteño y sureño para liberar la totalidad de la urbe.

En la mañana del próximo jueves, señaló el general Rudskoi, la Fuerza Aérea rusa y las tropas del Gobierno sirio suspenderán las operaciones aéreas y cualquier otro disparo, sobre todo para permitir a los civiles abandonar la ciudad con total libertad.

Moscú y Damasco han tomado esta decisión conjunta también para evacuar de la ciudad a los enfermos y heridos y, por otra parte, garantizar la retirada de los rebeldes armados, dijo el militar ruso.

Para realizar tal operativo se abrirían dos corredores humanitarios —uno de ellos por la carretera del Castello -cerca de la parte oriental de Alepo— para la retirada de los rebeldes  armados y la evacuación de enfermos, y seis para la salida de civiles.

Rudskoi llamó a los líderes de los grupos armados a retirar las minas y bombas-trampa de los corredores humanitarios y permitir a la población que abandone el este de Alepo.

El Gobierno sirio reiteró su disposición para brindar seguridad a los civiles y también a los hombres armados que quieren salir del este de Alepo, ya sea porque se rinden o busquen dirigirse a otras áreas.