Fuentes militares informaron que los ataques extremistas alcanzaron diversos blancos como: la escuela de al-Farah, la zona de al-Ramusa, el proyecto de viviendas 1070, la sede del centro de Investigaciones Científicas, parte de la carretera del Castello, las academias militares y la fábrica del cemento Hreibel.


No obstantes, estas acciones no hicieron mellas en las posiciones del Ejército, el cual mantiene el respeto al cese del fuego desde el pasado lunes y responderá en caso de que los elementos terroristas traten de avanzar.

Otros ataques se produjeron en regiones de las provincias de Damasco y Homs, sin que se reportaran víctimas hasta el momento.

A juicio de expertos, el repunte de estas acciones obedece a que 22 grupos extremistas rechazaron el alto del fuego y se unieron al Frente Fatah al Sham y a Daesh, no incluidos en el acuerdo establecido entre EE.UU. y Rusia, y que cuenta con la aprobación de Siria.

Tanto los observadores en el Centro de Coordinación en la base rusa de Hemymin, provincia de Latakia, como las autoridades sirias señalaron que las violaciones de la tregua están alentadas por la actitud de Estados Unidos.

Según declaraciones oficiales de esas partes, Washington no define los puntos geográficos donde están ubicados los elementos terroristas y no acaba de establecer las coordinaciones necesarias para atacarlos, lo cual contradice lo negociado hace algunos días en Ginebra, Suiza.


Por otro lado, trascendió que francotiradores terroristas hirieron a un niño en el poblado de Foa, en el norte de la provincia siria de Idleb.


Esa localidad es asediada por los irregulares armados que mantienen posiciones en la cercana ciudad de Benish y se niegan también a respetar el alto al fuego.